Sopa de aleta de tiburón, ¿un manjar chino?

Muchos seguramente habréis visto el extracto que aparece a continuación del documental Océanos, de Jacques Perrin. Hoy, uno de mis contactos de Facebook lo ha colgado en su muro y se me ha venido a la cabeza un reportaje que he visto no hace mucho tiempo en el canal Viajar sobre los problemas y la realidad de este plato considerado como “una delicia china”.

Como podéis apreciar en el vídeo, lo único que es necesario para darle nombre al plato es una aleta de tiburón, y digo darle nombre porque ésta ni siquiera es necesaria para darle sabor a la sopa. Al parecer, la aleta de los tiburones es insípida, por lo que se usan otras especias para darle sabor, además de que su contenido nutritivo es prácticamente nulo. Sin embargo, aunque la aleta en sí no tenga sabor alguno, al año se siguen asesinando unos 73 millones de tiburones para satisfacer la demanda del mercado gastronómico asiático, principalmente de China, Japón, Singapur o Corea.

Sopa de aleta de tiburón

Esta práctica tan salvaje ha puesto en alerta a los ecologistas, y también a todos los que amamos la biodiversidad marina, ya que esta especie se encuentra en peligro de extinción en los océanos abiertos. Además de ser considerado como una masacre, los biólogos marinos creen que la práctica de acabar con los predadores podría desestabilizar la vida marina y podría empobrecer la calidad del agua. Esto último se debe, principalmente, a que los tiburones filtran millones de litros de agua a través de sus branquias, acumulando así grandes cantidades de mercurio, además de otros metales pesados. Por ello, la aleta de tiburón tampoco está considerada como un alimento sano. Además, se ha contraindicado su consumo a mujeres embarazadas y a niños, ya que estas cantidades de mercurio podrían crear malformaciones en el feto o disfunciones sexuales.

¿De dónde viene dicha tradición?

La sopa de tiburón es un plato típico chino ya desde la dinastía Song (960-1279). En chino recibe el nombre de Yuchi y, hasta el momento, los asiáticos no sólo no se plantearon si era saludable o no, sino que, además, lo consideraron como un alimento con propiedades medicinales. Además, según la tradición china, la sopa de tiburón es una muestra de hospitalidad.

Algunas organizaciones como Wild Aid llevan años luchando para erradicar el problema que está acabando con el medio marino, además de ser perjudicial para la salud de los consumidores. Sin embargo, mientras continúe la demanda por la sopa de aleta de tiburón, cualquier medida o protesta, será insuficiente. Para los que no lo hayáis visto, aquí os dejo un pequeño corte de la película en donde aparece la desgarradora escena. Es muy triste, ¿verdad?

Fuentes: Canal Viajar, Wikipedia, El espacio, Salvemos el mar.

Periodista digital especializada en viajes

1 Comment

  1. Ay por favor qué pena. Cómo podremos ser tan salvajes, a veces me avergüenzo de ser humana…habría que mirar quién son realmente los animales…

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