Estoril: la villa de James Bond

Hace un par de semanas tuve la oportunidad de viajar hasta Estoril para conocer, de la mano de Turismo de Estoril, los escenarios que inspiraron al agente inglés Ian Fleming a escribir su novela Casino Royal, que fue llevada al cine en varias ocasiones creando una saga prácticamente interminable.

James Bond está basado en un agente real, ya que Estoril fue el lugar donde estaban alojados los espías ingleses, chinos y alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Su autor, Ian Fleming, se inspiró precisamente en uno de los agentes al que tuvo que seguir y controlar: Dusan Popov, a quien describió como un seductor adicto al juego.

Aunque los lugares en donde se rodó 007: al servicio secreto de su majestad y 007: Casino Royal, ya los he desmenuzado en el blog con el que fui invitada a Portugal: Mundocine.com, lo cierto es que todavía me quedan muchas más cosas que contar acerca de este increíble viaje de prensa.

No es la primera vez que visito la riviera portuguesa, aunque sí la primera en seguir los pasos del agente secreto más popular de todos los tiempos: James Bond. No es de extrañar entonces que una de nuestras paradas en el viaje fuera en el Casino de Estoril, en donde tuvimos la suerte de que un croupier nos enseñase a jugar al Black Jack, o al menos lo intentara vaya.

Casino de Estoril

Para entrar al casino, si nunca habéis entrado a ninguno, como fue mi caso; es importante saber que no se puede vestir ni pantalón vaquero ni corto, por lo que, aunque bien es cierto que tampoco había mucho glamour (yo la primera), hay que ir vestidos correctamente. Para poder acceder a sus salas será necesario llevar el DNI, pagar unos 5 euros, y te obligarán a dejar la cámara de fotos en el guardarropa, ya que no está permitida. Por el contrario, sí que permiten fumar dentro de cada una de las salas. Como dato curioso de nuestra visita os contaré que en la mesa contigua a nosotros había un par de hombres de Dubai que no paraban de apostar fichas de 500 euros, una tras otra, y de perderlas, claro. Según nos contó el croupier, esos hombres solían gastarse la friolera de unos 7.000 euros por noche. Sí, ¡lo que haríamos todos con 7.000 euros por día! (o por mes).

Hotel Palacio

Algunas de las escenas de Al servicio secreto de su majestad se grabaron en el Hotel Palacio, el más lujoso de Estoril y en que nos acomodaron a los 9 periodistas que íbamos en el viaje. Cada uno de nosotros estábamos alojados en una suite en la que era facilísimo perderse (jamás había estado en una habitación tan grande). En la mía, en concreto, era en la que había estado alojada la reina Federica de Grecia. Cabe decir que, además de ser un hotel en donde se alojaban los espías en la Segunda Guerra Mundial, muchas familias reales europeas también se quedaron aquí durante su exilio. De hecho, en la galería que va desde el vestíbulo al comedor se pueden ver un montón de fotografías de la realeza.

Lo cierto es que el hotel es una auténtica pasada, ya que cuenta con un enorme jardín con sofás y piscina. También tiene un bar, en donde es fácil imaginarse allí sentado a James Bond, por su decoración de madera; En la terraza nos dieron a probar un Dry Martini que, lo siento pero, no está nada bueno. El Hotel Palacio también dispone de Spa y se encuentra localizado a escasos metros del casino. Desde luego, si tuviera dinero para permitírmelo (dura vida esta del periodista) repetiría la experiencia.

English Bar

El English Bar, situado justo enfrente de la playa, era el lugar de encuentro de muchos de los espías que estaban allí alojados. Aquí nos presentaron a la nieta del dueño, Sara Cima, quien nos contó algunas historias de cómo era el bar en aquella época. De hecho, este tema llama tanto la atención que hasta ha escrito un libro sobre ello. Hoy en día, este restaurante ha cambiado su nombre por el de Cimas, aunque en su letrero de la entrada todavía se conserva el original. Además, también ha sufrido alguna remodelación. El comedor principal, por ejemplo, antes era una terraza (la terraza de los espías). Hoy en día este restaurante es uno de los más prestigiosos de la zona. No es de extrañar, nosotros que pudimos probar su menú coincidimos en que estaba todo riquísimo.

Hotel Atlántico y paseo marítimo

Aunque actualmente el hotel Atlántico no está abierto al público, ya que fue comprado recientemente con la idea de convertirlo en apartamentos, este es otro de los escenarios principales en los que se inspiró Ian Fleming. Éste era el principal centro de operaciones de los espías alemanes, que hasta izaron una bandera nazi. Por suerte, ésta fue retirada a las pocas horas. Por su parte, en el paseo se dice que muchos de estos espías llegaron hasta a las manos en más de una ocasión.

Pero, además de sus historias de la Segunda Guerra Mundial, lo cierto es que a Estoril le sobra encanto, así que espero volver pronto una tercera vez. El trato desde luego inmejorable, además que para amenizar nuestro viaje las chicas de Turismo de Estoril nos hicieron jugar a los espías indicándonos que había un infiltrado en el grupo que teníamos que descubrir. Obviamente no fui yo quien lo adivinó 😀 Además, también nos llevaron a conocer Sintra, Cascais y nos dieron un viaje en avioneta al más puro estilo James Bond. ¡Espectacular!

Periodista digital especializada en viajes

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