Es probable que a nadie se le ocurra asociar Londres y su impresionante oferta turística con conceptos como la gratuidad o el bajo coste. Sin embargo, como ya he mencionado muchas veces, la capital inglesa no es cara para aquellos que saben moverse por ella, ya que existen un montón de tiendas, pubs o actividades a muy buen precio. En las Olimpiadas pasa un poco lo mismo, por lo que aquí tenemos unas cuantas pistas para traerse una medalla en la difícil disciplina del all free
Ya que la excusa será el evento deportivo, conviene destacar algunas actividades de las que podremos disfrutar al aire libre. Como el maratón masculino y femenino, que tendrán lugar por las calles del centro de la ciudad y atravesaran algunos de los paisajes urbanos más reconocibles. También las pruebas ciclistas se podrán disfrutar en los aledaños del inquietante palacio de Hampton Court. Otro de los eventos a seguir sin dejarse un duro es la tremenda prueba de triatlón. Para todo los demás, “si no quieres pasar por taquilla… una buena esterilla”, un cojín y a tumbarse en las verdes praderas de Hyde Park. Como si del salón de casa se tratase, unas pantallas gigantes HD permitirán seguir en directo las pruebas deportivas más importantes, así como los distintos conciertos y actuaciones que hay programadas, como la de Tom Jones el próximo 28 de julio. En la web Btlondonlive podéis ver el programa al completo.
Más música y actuaciones se pueden disfrutar en el National Theatre, o el Royal Festival Hall que ofrece conciertos gratuitos los viernes y sábados a la hora española del aperitivo, o sea a partir de las 12.00.
Para moverse, cuestión importante en una ciudad del tamaño de Londres, y que suponemos que durante los Juegos Olímpicos estará el transporte público saturado, es interesante resaltar que la primera media hora de alquiler de bicicleta urbana es gratuita. Después el precio es de una libra por hora. Otra forma de ver la ciudad cómodamente y sin gastarnos mucho dinero es desde el célebre double decker, los autobuses de doble piso que como las líneas 9, 11 y 15 recorren las calles principales del centro y permiten una visión panorámica de su entorno. De igual forma, el East End Docklands Light Railway, un especie metro ligero a la británica, acerca puntualmente a sus usuarios a las sedes olímpicas situadas en el este de la ciudad. A los que se muevan por el sur, el tranvía es lo más cómodo y rentable. Así que se impone hacer acopio de Oystercard o Travelcard en cualquiera de sus variedades.
Por suerte en Londres hay más de 200 museos y galerías de visita gratuita. Entre los más importantes están el British Museum, Natural History, Victoria & Albert, National Gallery, Tate Modern, Tate Britain o National Portrait Gallery, todo un magnífico arsenal cultural a veces muy concurrido, por lo que conviene madrugar. Para los más tradicionales, el popular cambio de guardia tiene lugar todos los días de verano a las 11.30 de la mañana, por el mismo precio se visita también la catedral de Southwark, o cualquiera de los ocho grandes parques que hay en la ciudad.
Julio también es el mes de las rebajas y pegar la nariz al cristal de un escaparate sigue siendo gratis incluso en Londres. Ahora bien, si decides liberar a esas atormentadas libras esterlinas que pelean por salir de tu cartera, te conviene hacerlo en los almacenes y tiendas made in britain de siempre como M&S, Harvey Nichols, John Lewis y por qué no, la opción segunda mano: Beyond Retro o Rokit te están esperando.
¡Ah!, antes de terminar un detalle importante, el alojamiento en Londres también puede ser gratuito (Couchsurfing) o barato, tal y como hemos visto en el post de Alojamiento en Londres durante los Juegos Olímpicos
