Bellesguard, la torre desconocida de Gaudí

Torre de Bellesguard, Gaudí, Barcelona

Torre de Bellesguard, Gaudí, Barcelona

Barcelona es Gaudí. Una obviedad que no pasa desapercibida para los que vivimos aquí. Las colas de turistas a la solana bloqueando los accesos al metro de Sagrada Familia, o los flashes de las cámaras de los chinos al atardecer frente a la Casa Batlló son cotidianidades con las que tenemos que lidiar cada día, con mejor o peor humor. Es lo que tiene vivir en una de las ciudades más turísticas del mundo o simplemente venir a visitarla, porque la ruta Gaudí, por poco que entendamos de arquitectura, es uno de los imprescindibles de la ciudad condal cuando viene cualquier visita.

Torre de Bellesguard, Gaudí, Barcelona

Y si en uno de esos viajes creímos haberlo visto todo, nos equivocábamos, todavía queda mucho Gaudí. La Torre Bellesguard, una de sus obras más antiguas (1909) e incomprensiblemente la menos conocida del arquitecto catalán, es uno de los mejores secretos guardados de Barcelona. Bueno, teniendo en cuenta su ubicación y accesibilidad, en una de las urbanizaciones más exclusivas de Collserola, en lo alto de ciudad y sin acceso de transporte público, igual no es tan incomprensible. Un secreto casi, pues hasta ahora no era más que la residencia de la familia Guilera, propietaria del inmueble desde hace 70 años. Los mismos que, por problemas con su restauración han decidido que, a partir de septiembre, la Torre Bellesguard quede abierta al público con visitas organizadas, motivo por el cuál este blog, y otros 1.000 más, así como medios y miembros del sector turístico, fuimos invitados a disfrutar de sus jardines hace sólo unas semanas.

Los enamorados de Gaudí ya están dando palmas, en unos días ya tendrán otro lugar más donde amontonarse, porque si hasta ahora acceder a él para un ciudadano de a pie sin moto ni coche era una aventura, a partir del próximo mes el Bus Turístic lo incluirá en sus rutas (que contentos deben de estar sus vecinos).

Torre de Bellesguard, Gaudí, Barcelona

Su principal encanto, además del diseño y los materiales utilizados propios del artista, es que se encuentra construido sobre un antiguo castillo del siglo XIV, el de Martín el Humano, el último rey de la Casa de Aragón. De ahí a que en su entrada nos encontremos con restos de su muralla que otorgan al jardín un encanto medieval que, entremezclado con el estilo neogótico de Gaudí, resulta de lo más pintoresco. Estos vestigios enamoraron en su día a un comerciante catalán amigo cercano del artista, Jaume Figueras, quién se hizo con las tierras y le encargó su reconstrucción sobre los cimientos de la fortaleza. El resultado fue una obra maestra propia de Gaudí: una «pequeña» casa de varias plantas cubierta de mosaicos desde donde emerge una larga torre con ventanas de color verde y verjas de hierro forjado. Un palacete ocupado por los Figueras hasta la Guerra Civil, cuando fue reemplazado como orfanato y que, años más tarde (a mediados de los 40), sería convertido en un hospital oncológico regentado por el suegro de la actual propietaria, Lluís Guilera, hasta su muerte, que pasaría a ser la humilde residencia de la familia.

Torre de Bellesguard, Gaudí, Barcelona

Durante todo este tiempo fue el único edificio de Gaudí, si es que no quedan más por ahí escondidos, que no estaba abierto al público, aunque la familia recibía a estudiantes y a personas con alto interés en ella. Sin embargo, igual que pasó en su día con La Pedrera, los altos costes de la restauración de su torre (dañada en el 2008 por la dinamita utilizada durante la creación del túnel de agua de Collserola) y su fachada han obligado a sus dueños a abrir la vivienda a los turistas para recaudar fondos que les ayuden a mantenerla y evitar que en un futuro acabe en manos de los bancos o holdings. Prestamos en linea sin buro https://creditosrapidos24.com.mx/prestamos-en-linea-sin-buro.php

Para ello se han creado diferentes modalidades de visitas, todas ellas guiadas, con reserva previa y en grupos reducidos, pues el interior de la casa es bastante estrecho y se quiere evitar que éstas puedan deteriorar aún más la torre, donde los Guilera continuarán a pesar de los turistas.

Para ir abriendo boca y acostumbrarse al paso de desconocidos por Bellesguard, actualmente la casa también está incluida dentro de las Noches de Gaudí (Nits Gaudí) durante este mes de agosto, una velada en los jardines donde disfrutar de un mojito o cava acompañado de buena música de 18 a 21h por unos 20 euros, aunque todavía no es posible entrar dentro de la casa y éstas están reducidas a dos días a la semana, los martes y los jueves.

Torre de Bellesguard, Gaudí, Barcelona

Valoración personal: como todo lo de Gaudí, es caro pero merece muchísimo la pena. Además, el hecho de que sea el gran desconocido del artista aún le otorga más encanto. Un lugar precioso lleno de arte. ¡Y el mojito buenísimo, oye!

Periodista digital especializada en viajes

1 Comment

  1. La verdad, no tenía ni idea de qué existía. Otra atracción más para Barcelona que tendremos que visitar en nuestro próximo viaje jeje

    Salu2

    Marga

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