Comida turca que tienes que probar en tu viaje a Estambul

Me declaro fan de la comida turca. Primero, porque las especies me encantan, segundo porque los dulces son muy dulces (abstenerse los diabéticos) y tercero, aunque tendría muchos más motivos, porque creo que no hay nada mejor en el mundo que la carne asada.

Este último punto debería de ser suficiente para que ahora mismo estés buscando vuelos rumbo a Estambul para ponerte hasta arriba. Porque seamos sinceros, una de las mejores partes de los viajes es comer y probar su gastromía local. A mí la cocina turca me tiene ganada, no me extraña que sea una de las más grandes de Europa debido a su antigua expansión durante el Imperio Otomano.

Como dieta mediterránea,  Turquía utiliza ingredientes como el aceite de oliva, el ajo, y un gran número de vegetales preparados de múltiples maneras. Su salsa de yogurt ha sido uno de sus ingredientes más exportados, aunque no es el único, por suerte también nos han llegado sus hojas de parra, los dulces de almíbar y los kebab, aunque en Turquía los preparen de mil maneras. Aquí os dejo una lista de mis platos favoritos de la comida turca.

Entrantes de la comida turca

Las ensaladas turcas difieren bastante a lo que nosotros entendemos como tal. Éstas no se componen de lechuga, tomate, cebolla u otros ingredientes como lo harían las nuestras; sino que las de Turquía, como en todo Oriente Medio, están hechas de puré (de berenjena, de garbanzos o de zanahorias), aceite de oliva, ajo y limón.

Algunas incluyen también yogurt e incluso pueden incorporar otros ingredientes como pimentón. Las más conocidas son el hummus (este os suena), patlican salatasi o el havuç salatasi. Lo mejor para acompañarlas es el pan de pita, para untar o mojar. ¡Están buenísimas!

Los mejores platos de la comida turca

La cocina turca es la madre del kebab, por lo que esta carne asada nos la vamos a encontrar en casi todos los platos de la ciudad, ¡bien! Aunque hay que advertir que es bastante más fuerte que a la que estamos acostumbrados a comer en nuestro país. Notaremos la diferencia.

Personalmente creo que está exquisita.  Suele estar incluida en numerosos platos, como el tradicional testi kebab, que viene acompañado de verduras estofadas, todo ello dentro de una vasija de barro que hay que romper previamente para poder comernos su interior (es uno de los platos turcos más recomendables).

La salsa de yogurt es otro de los ingredientes más repetidos en las cartas. Es complicado encontrar un plato que no la incluya, incluso en algunos lugares te colocan el bote encima de la mesa como si de ketchup se tratase. Ésta es una salsa muy suave, por lo que es el acompañante perfecto para dar sabor a cualquier comida (aunque a la comida turca nunca le falta sabor).

Sus pizzas también son bastante peculiares. Es la llamada lamhacum y lo cierto es que está muy buena. Puedes pedirla de varios ingredientes y, lo que la hace especial, es que muchas veces también lleva especies, por lo que es fuerte.

Otras exquisiteces son las tapas, llamadas Mezzes, que verás pedir a bastantes turcos en los restaurantes. El sarma, que son las hojas de parra rellenas de arroz, a veces también de carne, y el dolma, que es el sarma pero que admite variedad: puede ser de berenjenas, tomates, pimientos, etc. Todos ellos rellenos de arroz o de carne.

Este otro plato, que se asemeja a las crepes francesas, también son bastante populares en Estambul. De hecho, algunos restaurantes donde las sirven (yo lo he visto en la calle que baja de Santa Sofía hacía el puerto) suelen tener en su escaparate a alguna cocinera amasando la masa y cocinándola en la piedra a la vista de los turistas. Es un espectáculo muy curioso de ver. Estas crepes turcas suelen estar rellenas de queso, carne picada, tomate, etc. Muy recomendables.

Pero no podemos cerrar la ronda de los primeros platos sin citar su balik ekmek, un típico bocadillo de pescado que podemos encontrar en el puerto, antes de cruzar el puente Galata, justo al lado del Cuerno de Oro.

Son servidos desde unas embarcaciones que se menean al ritmo de las olas, donde los propios cocineros lo preparan para luego pasarlo a los consumidores del muelle. Es bastante curioso de ver, y aunque el pescado tiene alguna que otra espina, no podemos dejar Estambul sin haberlo probado. El precio es de tan sólo 5 liras turcas.

Dulces turcos

Aunque a simple vista algunos de ellos no parecen muy apetecibles, están deliciosos. Uno de los más típicos de la cocina turca es el baklava, que está compuesto de hojaldre, pistachos (o almendras) y almíbar. Lo veréis en casi todos los escaparates de las pastelerías.

El lokum, muy parecido al anterior, es un dulce cortado en cuadraditos y que están hechos a base de azúcar, harina, nueces, pistachos y almendras. Como ves, les encanta incluir los frutos secos en sus postres.

Comida turca en la calle

Verás que, a cada paso que des, te encontrarás con algún puestecito de comida turca ambulante. Lo que más abunda, y que desprende el olor que te acompañará por toda la calle, son las mazorcas de maíz. Si te paras a observar, a los turcos les encantan.

También hay puestos de simit, rosquillas con semillas de sésamo que por 50 céntimos más te las untan de queso; palomitas y mejillones.

Para acompañar estas comidas, mejor que le eches un vistazo a las bebidas típicas de Estambul.