Fitur, o cómo arramplar con TODO

Fitur, Madrid

Yo que tú me llevaba el carro de la compra, así no irás tan cargado

Fitur, Madrid

Cada enero la misma historia, «¿Vas a Fitur? ¡Qué guay! Yo igual voy el fin de semana, ¿merece la pena?». Extracto sacado de una conversación random con cualquier viajero que viaja porque le gusta (lo que viene siendo una persona normal. Sin blog, medio de comunicación o empresa turística detrás), tú. Mi respuesta: si te gustan las colas, los pins y pillar un cacho de jamón no está mal. Dicen que los blogueros somos canaperos pero, que no se confundan, todos como hispanos llevamos el canaperismo en vena.

Da igual que sólo sea un cacho de comida que no va más allá del diente, para eso hemos estado ayunando meses.

Fitur, Madrid

Tampoco importa que lo que se regale sea una hoja con tu nombre en (ponga aquí el idioma que más rabia le de).

Fitur, Madrid

«Yo iré porque en breve me voy a China y quiero documentarme sobre lo que puedo hacer allí» ¡Ja! Así es como acabaste con un montón de folletos en la mano o, en su defecto, con un montón de bolsas vacías con un folleto en cada una de ellas que no sirven para nada porque shhhh (que no nos oigan las oficinas de turismo que todavía no se han enterado) toda esa información (y mucha más) está en Internet. Qué cosas.

Fitur, Madrid

Al final acabarás participando en algún que otro concurso o sorteo donde las posibilidades de ganar no es que sean prácticamente nulas, sino que si resultas ser el «afortunado», acabarás pagando más por el viaje que si lo hubieras comprado por tu cuenta. ¡Ah! Y, ¿querías compartirlo con alguien? Vaya, pues irás solo. Como los llama mi compañero Rubén, son los regalos envenenados (pincha sobre él sin miedo. Sobre Rubén no, sobre el enlace. No se ve muy bien porque un día toqué los colores de la web y ahora se camuflan con el texto. Soy muy hábil. Pero te lo he puesto en negrita).

Conclusión. Cómo mola Fitur, ¿eh?. Pues sí, oye. Si después de esto aún me dejan entrar, allí estaré el año que viene. Podrás encontrarme en la cola del stand de Asturias, yo es que soy más de sidra. Nadie dijo que el canaperismo fuese taan malo.

PD. En la foto de portada los que piden vino NO son niños. Lo parecen, sí, pero son gente mayor bajita. He pensado que era importante aclararlo.

Periodista digital especializada en viajes

7 Comments

  1. jajajaja muy cierto todo

    Yo me encontré una señora de unos 70 años pidiendo en Minube el pasaporte de la gynkama y le dije «Oiga, ¿sabe usted que esto es para hacer una prueba de correr por los pabellones?»

    Y dijo: «Yo quiero dos para mis niets que veré la semana que viene»

    ¿hola? jajaaj

  2. Bueniiisimo el post, te falta la foto que nos enseñó Irene de la señora/o con el carro de la compra a Fitur (¿o tú no estabas?) Saludos

  3. ¡Muchas gracias, chicos! 🙂 jajaja sí, Miriam, y la tengo hecha, pero la descarté porque no acababa de cuadrarme jajajaja Los de la maleta son unos pro XD ¡Un besazo!

  4. Catacrack jajaja lo leí ayer en la sala de espera del médico y me miraban los abuelos con cara de esta , está fatal…. Jajaja me ha encantado porque es tal cual jejeje. Y el.PD. brutal!!! Miryam jaja ella no estaba. Un carro de carton con un agujero a modo de buzón, para meterlo todo, y una abuela que vimos David y yo con una bolsa/maleta con una especie de arneses y la poli ayudándola a ir hacia el metro… Que llevaría ahí, que haran con semejantes papeles…
    Un besote!

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