Frankfurt am Main: el «Mainhattan» alemán

Frankfurt Skyline
Frankfurt Skyline

Al final vas, claro. Porque el caso es ir.

Frankfurt, esa ciudad que todos conocemos, pero a la que casi nadie ha ido. “Yo tengo un amigo que estuvo allí una vez, ha dicho que era muy chula”; “¿Frankfurt? ¿Y qué hay allí más que salchichas?”- “Pues dicen que mola mucho”- “¿Quién lo dice?”- “Un amigo de mi amiga que estuvo allí una vez”. Bucle.

Y esto es lo que pasa cuando anuncias que partes hacia Frankfurt y que no, que no es para hacer escala, ni para ponerte ciego a salchichas (aunque esto último también). Ahora, el amigo del amigo soy yo. Y sí, confirmo el rumor: Frankfurt mola. Es de esas ciudades que en un primer momento no han logrado captar tu interés pero que, una vez estás allí, acabas flipando porque ni sabías su verdadero nombre: Frankfurt am Main (del Main, por su río); ni todo lo que allí había.

Lo mejor de Frankfurt am Main

  • Es el little New York. Vale, esto puede que sea un poco pretencioso pero, hazte unas fotos en los rascacielos, enséñaselas a tus amigos y a ver dónde te dicen que has estado. Y es que su skyline, llamado con una originalidad desmesurada Frankfurt Skyline, da el pego totalmente.
  • De hecho, se parece tanto que ellos le llaman Mainhattan, por el río Main. Otro arrebato de ingenio. También tiene incluso su mini puente de Brooklyn, que no se parece en nada pero las imágenes desde lejos, con Frankfurt al fondo, también son lo más.
frankfurt_main
  • Hay cervezas, mucha cerveza. Estamos en Alemania, no lo olvidéis. Y lo que tú consideras una caña, para ellos es una jarra.
  • ¡Frankfurts! Frankfurts en cada restaurante, esquina, calle… No, es mentira. En realidad no comen Frankfurt, en realidad ni siquiera son como nos las imaginábamos. No hay perritos calientes, allí la salchicha se come en plato, sin pan, y acompañada de una ensalada de patata típica alemana. Muy buena, por cierto. Aunque su mayor obsesión, incluido en todo, son los escalopes.
  • Frankfurt es moderna, correcto; aunque la sorpresa nos la llevamos cuando llegamos a la plaza de Römerberg, un conjunto de edificios que siguen la antigua arquitectura alemana pero que en realidad son una reconstrucción, pues fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial. No obstante, bienvenidos a la parte histórica de la ciudad. Eso sí, vete pronto, pues para ser una de las zonas más turísticas, por la noche (estamos hablando de las 22:30) las cocinas ya están cerradas y la plaza parece quedar en la penumbra. No se gastan mucho en luz estos alemanes.
frankfurt Römerberg
  • Frankfurt es la casa natal de Goethe, ese que tanto te suena y no sabes muy bien de qué. Sí, el novelista alemán. Sí, hombre, ese, el de Fausto. ¡Ahh! ¡Goethe! Sí hombre sí, ahora que lo dices sí, que me he leído todos sus libros. Vale, pues aquí nos encontramos con su casa y un museo: la casa- museo de Goethe. Yo que tu pasaría directamente del museo, ya que al final sales más confundido de lo que entraste: “Pero Goethe, ¿era pintor?”, “No, yo creo que era escritor, ¿no?”, “Entonces, ¿este museo de pinturas de qué va?”. Pues por rellenar salas. Mejor tira directamente para su casa, que eso es lo que realmente nos mola.
  • Aunque no es un motivo de peso, Frankfurt es una de las ciudades financieras alemanas más importantes. Bueno, alemanas y europeas. Esto le ha valido el nombre de Bankfurt. Aquí se encuentra la sede del banco europeo, presidido por el símbolo del euro a tamaño gigante que, continuando con el ingenio típico alemán, fue llamado Eurotower, para que no haya dudas. También hay una bolsa, un oso y un toro. Como esto no es Wall Street y no hay turistas, sacarte la foto con el toro será relativamente fácil. Y decimos relativo porque lo complicado será que pase alguien por ahí para que te la haga.
frankfurt bolsa
  • Llueve. Podría ser motivo para no ir pero quien lo recomienda es asturiana y muy fan de las tormentas. Llueve, y eso mola.
  • Los alemanes no son tan feos como los recordábamos. No, aquí no son como en el este. Aquí, al estar al lado de Bélgica, muchos de ellos podrían ser belgas. Los belgas nos molan.
  • Está muy bien comunicado, de hecho tiene cantidad de autopistas, trenes y aviones (su aeropuerto es uno de los más grandes de Europa). Los vuelos a Frankfurt son baratos y desde allí tienes mil opciones para viajar a otros sitios (y, de paso, conocer la ciudad).
  • Sólo está a 15 minutos en tren del aeropuerto. Ideal para escalas.
  • Y, aunque no tuvimos la oportunidad de comprobarlo, dicen que dicen que Frankfurt alberga el mejor mercadillo navideño de Alemania y la mejor Feria del libro de Europa. Aunque eso, habrá que verlo.
frankfurt

¿Por qué con tanta maravilla te ibas a sentir decepcionado?

Lo peor

  • Los alemanes no son tan majos como habías creído en tu viaje a Berlín. No, aquí parecen personas diferentes. No parece que les gustes mucho, tu presencia les incomoda y, cuando creías que no podía ir a peor vuestra relación, entonces le sueltas un soy “spanish”. Mal, muy mal.
  • Es caro. Sí, ¡sorpresa! Un Frankfurt a medianoche te sale por unos 3,50; la cerveza a cualquier hora puede alcanzar los 4 euros. Y un tren al pueblo más próximo – en nuestro caso a Heidelberg– unos 40 euros (con multa, porque como no sabes alemán no sabías que ese que acaba de llegar a la misma hora que pone tu billete y con el mismo destino, en realidad, no es el tuyo. El tuyo iba con retraso pero ahh, como no sabes alemán).
Frankfurt Skyline
  • Hablan inglés, pero no les gusta demasiado. Tampoco esperarán a que tú construyas tu frase. Así que o vas al grano modo indio; o cuando te des cuenta te están gritando que te apartes (suponiendo que jdgwygewyeg!!!!!! quiera decir eso).
  • No verás muchas sonrisas. A esta gente les irá mucho mejor que a nosotros, pero el tema alegría no lo tienen muy controlado.

Periodista digital especializada en viajes

9 Comments

  1. Yo he estado en Frankfurt este verano y la ciudad me gustó. Iba con la idea de que iba a ser una ciudad fea y me llevé una grata sorpresa, con sus rascacielos por un lado y el centro histórico por otro.
    Y la verdad es que a mí los alemanes me parecen una gente amable, a parte de organizados, pero igual ayuda que yo sí hablo alemán y eso hace que estén más predispuestos 😉
    Recomendaría la ciudad para una escapada de un par de días, sin duda.

  2. jajjaj me encanta el toque de humor que le das, y me has convencido para una escapada a Frankfurt! Habrá que conocer el Mainhattan europeo, hartarse de salchichas y visitar la casa de ese tal Goethe 😉
    Lo del carácter de los alemanes, supongo que habrá de todo, o al menos eso nos pareció a nosotros este verano, pero desde luego no son la alegría de la huerta…

    Un besazo

  3. Dan ganas de ir a ver la ciudad…a pesar de lo serios y cuadrados que son los alemanes Frankfurt.

    P.D. ¡Mira que te gusta una terraza! ¿Dónde está hecha la última foto, la de la «caña» de cerveza? 😉

    Un besote

  4. ¡Muchas gracias chicas por vuestros comentarios! Sí, yo creo que sabiendo alemán es diferente, porque no les gustaba mucho el inglés, en cuanto podían volvían a cambiar al alemán, y ahí ya sí que no nos enterábamos de nada XD ¡Alemanes! jajajaja Pero sí que la ciudad me sorprendió para bien, Sandra.

    Gracia, yo en Alemania sólo he estado en Berlín y Frankfurt y nada que ver unos con otros en cuanto al trato. Comentándolo con amigos me han dicho que es que en el sur el trato también es mucho mejor. Se ve que fuimos a la parte ranciuca jaja

    Bea, está hecha desde la cafetería de uno de los centros comerciales de enfrente… Ahora no me acuerdo del nombre, pero escribiré sobre ello porque hay varios puntos donde las vistas son geniales. Ya te diré 😉

    Un besin

  5. Oh, ¡qué bien me viene este post! Me acaban de regalar por reyes unos billetes a Frankfurt y justo estaba pensando ¿pero qué hay que ver allí? Saldré huyendo hacia algo más bonito como Heidelberg o Rothenburg… Pero me has convencido, al menos creo que un día lo pasaré por aquí, aunque tendré que ir a la zona histórica a cenar a hora guiri y no a hora española je je je e iré directamente a la casa de Goethe 😉
    Por cierto, yo siempre he visto a los alemanes guapos, en Baviera o en Berlín ja ja ja
    Besitos

  6. jajajajaja ¡Qué bueno!!! Espero que lo disfrutes a tope, guapa! Sí, los chicos de Berlín eran guapetes, en Frankfurt la verdad es que no me lo parecieron para nada. En general eran todos bastante bordes jajaja ¡Te seguiré en tu viaje! Un besazo!

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