La Torre Eiffel podría ser un jardín en las alturas


El símbolo más emblemático de París, la Torre Eiffel, podría convertirse en los próximos años en el jardín más alto del mundo con el programa francés Carbono negativo, que no está causando más que controversias entre los parisinos y turistas. Esta iniciativa colocaría 600 mil plantas alrededor de la estructura de metal durante cuatro años con el objetivo de reducir la emisión de gases del efecto invernadero.

Aunque la acción no está confirmada, algunos diarios como Le Figaro y The Telegraph hablan de que esta acción podría ponerse en marcha en junio de 2012 y que culminaría cuatro años después, ya que en 2016 serían removidas.

Los responsables son la empresa Ginger, que han explicado que tendrá un efecto muy postivo para la ciudad, ya que de más de 84 toneladas de CO2 que emite la torre, ésta absorverá 87,9 toneladas de CO2. Para ello, se encargarán de colocar tubos de goma por toda la estructura para automatizar el sistema de riego, además de unas plataformas externas donde puedan trabajar los jardineros.

Sin embargo, a pesar de que la iniciativa no puede ser más ecológica, los parisinos temen que su símbolo más identificativo acabe siendo irreconocible con tanta vegetación. Lo mismo que los turistas, cuya principal preocupación es si la Torre Eiffel seguirá iluminada por las noches. Esta es una de las atracciones de la cuidad, por lo que la respuesta por parte de los organizadores de la iniciativa ha sido sí, los visitantes podrán seguir subiendo a la torre y seguirán disfrutando de su iluminación.

Otra de las quejas fue su alto coste, 72 millones de euros que, según los ciudadanos, no están para derrochar en estos momentos. Toda la razón. Ahora sólo queda esperar a ver si el proyecto se lleva a cabo o no, e ir a visitar una nueva Torre Eiffel.

Imágenes: inhabitat.com; Joaquin Duaso

Periodista digital especializada en viajes

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