Palestina. En la Franja de Gaza, Joe Sacco

Todos conocemos la existencia del conflicto árabe-israelí. Lo hemos visto mil veces en las noticias: bombardeos, sangre, muertos, heridos; la tónica de cualquier guerra infinita, al menos sin la intervención de los gobiernos de occidente. Una historia que, cada año ocupa algunos minutos televisivos y que, a los tres días, acaba en el olvido. Lo triste es que la realidad sigue ahí fuera, la guerra continúa.

Es por ello que, aunque Joe Sacco plasma en su libro Palestina. En la Franja de Gaza, relatos de los palestinos recopilados entre 1991-92 durante la primera intifada, éstos no sólo se han quedado como parte de la historia sino que a lo largo de estos 20 años la situación se ha recrudecido tanto que ésta continúa siendo su pan de cada día.

A través de las minuciosas viñetas, en las que el autor plasma a la perfección la tristeza e impotencia de los más débiles con simples pero gruesas pinceladas, conocemos una Palestina infestada de dolor y miseria; ilustraciones que todos intuimos a través de las imágenes que hemos visto en los periódicos y que ahora están grabadas en las hojas de este cómic en blanco y negro como uno de los mejores reportajes periodísticos sobre el conflicto.

Con los relatos de varias de las víctimas, Sacco se encuentra con un puzle de piezas repetidas sobre los desahucios, expropiación, violencia hacía niños y familias, condenas de cárcel, muertes que podían haber sido remediadas, pobreza, desempleo y toque de queda, todo ello causado por el abuso y el control del ejército israelí. El escenario siempre suele ser el mismo: un salón austero en algún campo de refugiados lleno de palestinos que, un té tras otro, narran al periodista cómo lo han perdido todo sin esperanza de que la situación mejore.

Si bien el control de sus vidas está en manos de los israelís, no se puede decir que éstos no luchen cada día con sus propios medios. Dejando a un lado los actos terroristas de Hamas, aunque sea complicado no llegar incluso a entenderlos; los palestinos se niegan a bajar la cabeza ante la imponente figura del ejército. Sus armas, las piedras; ya que cuando los sionistas británicos aprobaron el derecho de los judíos de volver a su tierra prometida, a sus locales, aquellos que vivían en aquellas ciudades y campos, les fue negado el derecho a defenderse, por lo que (quitando a los rebeldes y radicales) lo único que les queda son un montón de piedras que sobresalen del barro. Las consecuencias de este contraataque es su propia vida, aunque son conscientes de que ésta se la arrebataron desde el inicio de la ocupación.

A pesar de las atrocidades que se van acumulando según avanzamos, Sacco se refleja así mismo impasible. Es un oyente más. Escucha y anota. Aunque intenta mantener su imparcialidad durante la obra, consigue que la furia del lector aumente con cada retrato. Sus escenarios están en Jerusalén, Ramalá, Gaza, Hebrón, Nablús, Jenín además de los campos de refugiados, como el de Balata o Yabalia, uno de los objetivos de este viaje. Y, aunque en sus planes no se encuentra Tel Aviv, su encuentro con dos chicas israelíes le llevan hasta allí donde se permite el lujo de desconectar durante unas horas del desolador panorama de Palestina.

La representación sobre la opinión judía en el libro es bastante pobre, aunque él mismo explica que esta versión es la que nos tragamos cada día desde occidente y que, lo que él busca, son las voces de aquellos que están silenciados. Las pocas pinceladas de las conversaciones que él mantiene con la otra parte del conflicto (los judíos) son bastante desesperanzadoras. No sólo defienden su territorio y abogan por el control del ejército en la zona, sino que son ajenos a todo tipo de sufrimiento que pueda haber más allá de sus fronteras. A los árabes los tachan de una especie inferior, causante de todos los males. Nada más lejos de la realidad, ya que para sorpresa de estos israelíes, un gran número de palestinos tienen estudios superiores y especializaciones, aunque los militares no les dejen trabajar ni ejercer su profesión.

A pesar de la arduidad del conflicto, Joe Sacco nos permite quedarnos con los hechos más representativos explicándonos, en algunas ocasiones, datos que igual desconocíamos de su historia. Por ejemplo, el porqué de los colores de las keffiyeh, más conocidos como palestinas en nuestro país (esos pañuelos de cuadros que todos visten). El color de éstas depende del partido al que cada palestino esté afiliado; así los simpatizantes de Fateh (la escisión de la OLP que fue gobernada por Yasser Arafat) utilizan los colores negros; mientras que los simpatizantes del Frente Popular han escogido las palestinas rojas como insignia. Una prenda con la que el autor se siente cómodo y con la que logra camuflarse entre los civiles sin llamar la atención.

Palestina, de Joe Sacco es uno de los mejores libros que se han escrito sobre el conflicto árabe-israelí. Un minucioso trabajo artístico que pretende que el lector saque sus propias conclusiones a través de las entrevistas. Su éxito ha sido tan grande que le ha llevado a ganar el American Book Awards en 1996, y el premio a la Mejor Novela Gráfica en la Book Expo America en 2002. Asimismo, cumple su palabra de volver a Palestina y, en 2009, decide regresar a la frontera para escribir su otra obra Notas al pie de Gaza, que recoge testimonios sobre la matanza de palestinos en 1956 y que no fue cubierta por ningún medio de comunicación tradicional.


Ojalá hubiera más periodismo como este.

Joe Sacco

Joe Sacco es un dibujante maltés que pasó gran parte de su vida en Norteamérica. Estudió periodismo en la Universidad de Oregón y, una vez terminado sus estudios, se fue a conocer mundo. Durante su viaje escribió la serie Yahoo, aunque su éxito comenzó con Palestina. En la Franja de Gaza, el cómic que ilustra el terror que vive la sociedad palestina a quien tuvo la oportunidad de entrevistar en 1991. Detrás de esta obra maestra Sacco decidió cubrir también la guerra de Yugoslavia y, después de una temporada en Sarajevo, publica Gorazde: Zona protegida- La guerra en Bosnia oriental (1995). Más tarde retoma este conflicto con El mediador. Una historia de Sarajevo en 2003. Seis años más tarde, decide volver a Gaza, lugar que le dio su popularidad, y cubrir otros aspectos de la guerra recogidos en Notas al pie de Gaza.

Periodista digital especializada en viajes

3 Comments

  1. Hola Laura! No sabíamos que tenías este post de Joe Sacco, que bueno! Cuando estuvimos en Hebrón, un lugar lleno de soldados y donde parece que acaba de haber una guerra, nos imaginamos lo duro que debe ser vivir en esas condiciones. Uno sólo va por unos días y se da cuenta enseguida de la realidad, pero para ellos el día a día debe ser tremendo. Nos acordamos de este cómic que retrata tan bien la situación, una crónica de una realidad que tristemente todavía dura.

    Una abrazo!

  2. ¡Hola chicos! Soy taaan fan de vuestros viajes e historias jajajaja siempre al límite ¡Qué valientes sois! 🙂 El cómic me encantó porque es capaz de transmitir la injusticia y lo mal que lo están pasando sus habitantes, aunque sin vivirlo o estar allí, no creo que uno se pueda hacer a la idea de hasta qué punto. Lo mismo que con el de Reportajes, se te ponen los pelos de punta.

    ¡Gracias por vuestro comentario chicos!

    Un besazo!

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