The Last drop, la última parada antes de la horca y la superviviente Maggie Dickson

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The last drop, Edimburgo

Existe un lugar en Edimburgo donde a uno se le ponen los pelos de punta. Bueno, uno de tantos, pues recorrer la capital de Escocia es como protagonizar una película de miedo. La diferencia es que aquí las rubias y los negros no morimos los primeros, ni los últimos; resta tensión pero, siento decepcionarte, hoy nadie muere. Así que aquí estoy.

La plaza en cuestión es Grassmarket, donde originariamente se montó el principal mercado del ganado (caballos y vacas, básicamente), y que no era más que un trozo de campo para que los animales pastasen mientras esperaban ser comprados. En los años posteriores, dejó de usarse con este fin para dar paso a ser la plaza de las ejecuciones y, a diferencia de otros lugares de Edimburgo, las huellas de la antigua horca de la ciudad dan fe de su existencia. Éstas han quedado grabadas a fuego para deleite de todos aquellos a los que les encantan las historias de la inquisición, de la persecución de las brujas, o de cualquiera de las crueldades de antaño que se llevaban a cabo en la plaza pública como espectáculo, muy al estilo romano.

Alrededor de la misma nos encontramos dos pubs con tanta historia como su horca: The Last drop y Maggie Dickson.

The Last Drop Tavern

El primero de ellos, el The Last Drop Tavern (que viene a significar la última gota) hace referencia a la última voluntad de los ahorcados, a quienes antes de subirse a ella se les concedía el deseo de tomarse un whisky.

Asimismo, este pub fue levantado sobre un conjunto de viviendas del siglo XVII del que aún se conserva alguna piedra. Allí, al parecer, murió una niña cuyo espíritu dicen haber sido visto por la bodega de la taberna. Hay que decir, para quien nunca haya estado en Edimburgo, que a los escoceses las historias de fantasmas y terror les apasionan, de ahí a que toda la ciudad se haya creado de leyendas.

huggies_edimburgo

Lo que sí es cierto es que en el interior de The Last Drop se encuentran los mejores huggies de Edimburgo. Este plato es típico escocés y, como he explicado en anteriores ocasiones, su aspecto es parecido a la carne picada, su sabor a la morcilla y va acompañado de puré de patatas y de salsa de whisky. ¡Buenísimo! Decir que aquí se sirven los mejores no significa que nos hubiéramos alimentado a base de este plato durante los cuatro días que estuvimos allí, sino que más de un local nos lo recomendó y la mayoría de ellos estaban de acuerdo en que estuviera en el top 1. Eso sí, es de los sitios más caros.

Maggie Dickson

Esta historia es mucho más fascinante que la de The Last Drop, sino vean. Maggie Dickson fue la única condenada a la horca que logró sobrevivir a la misma y, tras su caso, los escoceses tuvieron que modificar las leyes de “queda condenado a la horca” por la de “queda condenado a la horca hasta su muerte”. Qué majos.

Maggie Dickson´s Pub Edimburgo

Pero os explicaré la historia entera. Maggie Dickson fue una mujer del barrio que, en el siglo XVIII, cuando sólo tenía 14 años, fue obligada a casarse con un hombre mayor que ella y que, obviamente (esto ya lo hemos visto y leído en miles de historias) no le gustaba. Cuando decidieron separarse, como allí el divorcio no estaba bien visto en aquella época, ella se fue del pueblo (Si hoy en día Edimburgo es pequeño, no nos queremos imaginar por aquel entonces) para rehacer su vida, ya que allí no tenía permitido volver a enamorarse.

En su exilio conoció a otro chico con el que se quedó embaraza. El problema es que, como en aquella época el divorcio no existía, tener un hijo fuera del matrimonio era motivo de ahorcarte por adulterio. Y así fue. Ella se escondió durante el embarazo, perdió a su hijo y, cuando se la encontraron, las leyes escocesas fallaron en contra de la acusada condenándole a la horca por haber ocultado a su bebé, adulterio y, si la apuras, hasta por asesinato del mismo. La suerte de esta mujer, llamada también la “medio colgada” es que cuando la ahorcaron no se le partió el cuello, por lo que solamente se desmayó.

Los asistentes la consideraron muerta y la metieron en su correspondiente ataúd hasta que, horas más tarde, Maggie se despertó. Como las leyes del país no permitían ahorcar a una persona más de una vez y, algunos lo consideraron un milagro, Margaret Dickson fue puesta en libertad y su historia se volvió eterna, haciéndole homenaje en este pub de Grassmarket.

Nota: Algunos, en su día, especularon con que Maggie era muy amiga del verdugo y que éste hizo lo posible para que se salvase; aunque, lo veo complicado.

Gassmarket

Si os fijáis en esta foto, justo donde está la funda del saxofón se pueden ver las marcas de la antigua horca. Hay que fijarse bien, sí, pero es la única foto que tengo de Grassmarket.

grassmarket, Edimburgo

Ahora que ya sabes la historia de los pubs de The Last Drop y Maggie Dickson, ¿unas pintas?

Periodista digital especializada en viajes

4 Comments

  1. La historia de Maggie la había escuchado alguna vez, la del otro pub la desconocia, no sabía que a los ahorcados se les daba el beneficio de llegar ya allí un poco borrachos. Me encantan tus dibujos-

    Saludos.

    Teresa

  2. Esto nos lo contaron en la ruta gratuita de Edimburgo, la hay en inglés y en español. Muy buena, la recomiendo.

  3. Sí, yo la hice. También la recomiendo porque es súper completa, te cuentan la historia de la ciudad, leyendas, costumbres. Muy buena. Y la hay para más ciudades, también la hice en Ámsterdam

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