Se cambia mochila por maleta: alojamiento de lujo y barato en Huesca

Balcón del Pirineo. Huesca

Balcón del Pirineo. Huesca

Viajar con mochila nos ha traído muchas cosas buenas, entre ellas el fin del “por si acaso”, aunque conozca a más de un arrepentido que haya pecado de ello. También comodidad, a pesar de que al final de viaje parezca que se nos ha colado un mastodonte dentro, practicidad y, sobre todo, silencio. Y de esto último ya ni me acordaba. Ha bastado con desempolvar mi vieja (y hortera) maleta para volver a revivir ese odioso sonido que sólo los ruedines contra la acera saben hacer. Momento equivalente a gritar ¡hola, me estoy yendo! Aunque fuera de tu imaginación nadie más lo esté oyendo.

No obstante, ir de fin de semana romántico a un apartahotel rural de lujo con la mochila parece que pierde glamour, aunque no sé si es peor eso o aparecer con una maleta de corazones (aquí hay posible regalo de Navidad). Una maleta que, por cierto, se ha repetido en mi viaje a Ámsterdam de la mano de  mi amiga Marta, con ello ya somos varias horteras por el mundo. Me sorprende que alguien más pudiera haberla comprado.

maleta
Imagen del día que compré la maleta. Radiante de felicidad ¬¬

Retomando la entrada en el hotel, con maleta o sin ella,  uno no se quita su pinta de pobretón de encima. Lo bueno es que, al ser un alojamiento de montaña todo es muy campechano y queda camuflado. Otra cosa a favor es su precio, pues aunque incomprensiblemente los hoteles en Formigal, o cualquier otra estación de esquí, sean para ricos (como si no pagases ya suficiente); no muy lejos de éstas, y por menos, encontramos este increíble apartamento en una buhardilla, con jacuzzi en la habitación, cocina y salón. ¡Yes! Triunfazo.

Balcón del Pirineo. Huesca

Se trata de El balcón del Pirineo, en Buesa (municipio de Broto), un caserón  regentado por una familia del pueblo que vendió todas sus vacas para convertir su casa en apartamentos turísticos.  El ambiente es muy familiar, al igual que en el resto del pueblo en el que, si no recuerdo mal, Jorge, el hijo del propietario, nos comentó que son unos 25 habitantes y que no tenían máquina de tabaco porque “en el pueblo nadie fuma”. Mira que contenta se pondría la Milá.

Balcón del Pirineo. Huesca

 

Cada apartamento cuenta con su propia parcela donde supuestamente puedes tomar el sol, aunque durante nuestra visita estaba cubierta de blanco y hacía un frío que poco más y no lo contamos; Y, en las zonas comunes hay un jacuzzi compartido, una barbacoa, zona para niños (sí, hay bastante niño), alquiler de bicis y un aparcamiento donde, como no tengas cuidado al bajar acabas en Huesca capital ¡Qué peligro! Sobre el precio de la habitación, éste dependerá de la misma, a nosotros nos salió por 72 euros la noche. No está nada mal.

 Caravana de ovejas, Huesca

Aquí os dejo el vídeo del Balcón del Pirineo. Si quieres saber qué puedes ver en los alrededores puedes ver algunas recomendaciones en Ruta por Huesca: Winter is comming. Asimismo, en Broto se pueden hacer excursiones en 4×4, barranquismos o paseos a caballo, entre otras cosas.

 

Periodista digital especializada en viajes

2 Comments

  1. jajajaja Es para dar fe de lo horrible que es, creo que la imaginación no llega hasta ese punto. Por cierto, necesito una maleta, ¿sabes de alguien que pueda regalármela? 😛

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