La antigua Embajada de Estados Unidos en Teherán: historia en murales

Down with USA, Teherán

Down with USA. Es lo primero con lo que te encuentras nada más salir de la boca del metro Taleqani, en Teherán, una pintada contra los norteamericanos que hace que te sitúes frente a uno de los iconos de la historia de Irán: la antigua Embajada de Estados Unidos. Down with USA, Teherán La historia de Irán está marcada por muchos hitos, más de los que ellos quisieran. Este es uno de ellos: la Crisis de los rehenes, que posiblemente os sonará de Argo. Esa película donde parece que “a Ben Affleck se le da mejor dirigir que actuar”. Comentario más oído cuando se llevó el Oscar a mejor película y que a ti, en su día, te gustó. Pues bien, aunque con ella nos podemos hacer una idea de qué ocurrió aquel 4 de noviembre de 1979, lo cierto es que los iraníes la odian: “Es una americanada, ya volvemos a aparecer como los malos”. Y tienen toda la razón, oye. Y es que sin conocer a fondo la historia de la Revolución iraní, la imagen de unos salvajes asaltando la embajada queda totalmente descontextualizada.

Crisis de los rehenes, Teherán
Imagen de The Guardian

La Revolución iraní de 1979

La Crisis de los rehenes se produjo tras la Revolución iraní que supuso el fin del último Sha de Persia, Mohammad Reza Pahlevi, uno de los más sangrientos de la historia del país. Si muchos pensaban que era bueno, eso es por la dictadura que le prosiguió. Sin embargo, el Shahanshah (Rey de reyes), subido al poder por occidente, fue quien llevó a Irán a la miseria, a la pobreza extrema. A excepción de a los altos cargos del único partido político existente, claro, quienes derrochaban las ganancias de la exportación del petróleo a Estados Unidos y a otros países occidentales. La CIA fue precisamente quien se encargó de ello, quitándose de encima al Primer ministro, Mohammad Mosaddeq, elegido democráticamente por el pueblo y que tenía como propósito nacionalizar el petróleo. Crisis de los rehenes En esa época Irán vivía en una falsa libertad, como muchos occidentales la recuerdan: sufragio universal, acceso a la cultura occidental, laicismo, etc. Los ingredientes que podrían asociarse a una democracia, pero sin serlo. Por detrás el imperio del Sha contaba con un temido Savak, el cuerpo de policía encargado de reducir las protestas y deshacerse de los opositores al régimen. Como hizo con los comunistas, quienes fueron encarcelados y, muchos de ellos, asesinados. La sangre en la época del Sha salía a borbotones.

Crisis de los rehenes
Imagen de The Telegraph

Lo que vino después no fue mucho mejor, es más, la Revolución islámica de 1979 que supuso un antes y un después en la historia de Irán fue aprovechada por los radicales islámicos. El ayatolá Jomeini aprovechó la tensión del país para consolidar su nuevo régimen chiíta y prometer al pueblo un nuevo Irán tras la huida del Sha a Estados Unidos para curarse de cáncer ese mismo octubre.

La crisis de los rehenes

El cambio había llegado. Sin embargo, los iraníes necesitaban al Sha para que rendiese cuentas por todas sus atrocidades. El problema con el que se encontraron es que Estados Unidos accedió a su exilio y se opuso a entregarlo a los islamistas iraníes, liderados por el ayatolá Jomeini (el hombre siniestro de la foto).

Crisis de los rehenes
Imagen de i24news

El 4 de noviembre de 1979 cientos de estudiantes, como venganza, toman la embajada de Estados Unidos en Teherán y secuestran a unos 52 diplomáticos y funcionarios estadounidenses durante 444 días. Sólo seis de ellos lograron escapar y esconderse en la residencia del embajador canadiense. Y aquí empieza Argo. Sí, basada en una historia real: la Crisis de los rehenes, donde Estados Unidos vuelve a ser el pueblo bueno y los iraníes unos terroristas (la película en realidad fue grabada en Estambul. Lo sé porque yo estaba allí y gracias a Ben Aflfeck me quedé sin poder visitar el Gran Bazar ¡Gracias Ben!). El presidente de aquella época, Jimmy Carter, se opuso a ceder a las demandas del pueblo iraní, propiciando así la consolidación de la dictadura islámica.

Para el rescate se barajaron diferentes opciones: bombardear las instalaciones petrolíferas, bloquear a los iraníes por mar, bombardear a la población por aire, etc. Aunque al final con el ejército soviético en Afganistán no se llevaron a cabo ninguna de ellas para evitar bajas. Finalmente, en abril de 1980 se puso en marcha la operación Garra de águila, que fracasó estrepitosamente y en la que los cuerpos de los americanos fallecidos durante la operación fueron expuestos por los iraníes en los medios de comunicación. Un hecho que ridiculizó a Carter, quien asumió su responsabilidad. Se dice que este hecho fue el que le hizo perder las elecciones a favor de Reagan que, tras la muerte del Sha en julio de ese mismo año y la debilitación de Irán por la guerra contra Irak, accedió a algunas de las exigencias de Jomeini: devolución del dinero robado por el Sha, descongelamiento de los fondos iraníes en los bancos norteamericanos, no intervenir en ninguna decisión política de Irán y que se les retirase la demanda. El 20 de enero de 1981 los rehenes fueron liberados.

Los murales contra Estados Unidos, Teherán

Hoy, los murales que cubren las afueras de la antigua Embajada de Estados Unidos en Teherán es un libro de historia contra Norteamérica, pero también contra Israel. La imagen más fuerte que nos encontramos luce en lo alto del muro, pegado a un poste y visible desde la carretera. Se trata de Obama disparando con un misil israelí a un niño palestino. Antigua embajada de EEUU, Teherán No es la única imagen que hace referencia a Israel. En otro de los frescos del muro también se puede ver la hermandad entre ambos países. Antigua embajada de EEUU, Teherán La calavera de la Estatua de la libertad es uno de los murales que más vueltas ha dado al mundo. Un icono grabado en la antigua Embajada de Estados Unidos que muestra el rencor que los iraníes le tienen a los norteamericanos. Antigua embajada de EEUU, Teherán Actualmente, la antigua Embajada de Estados Unidos en Teherán es utilizada para asuntos del ejército. Dicen que los alrededores están llenos de cámaras y que está prohibido hacer fotos. En nuestro caso, como no teníamos ni idea, no sólo las hicimos, sino que aprovechando que una de las puertas del exterior estaban abiertas, entramos. Antes de llegar al edificio nos paró un chico de seguridad. Nos comentó que no podíamos estar allí y aprovechamos para charlar un rato con él, mientras observábamos el edificio a lo lejos. También pudimos sacarle alguna foto a la entrada (que no os la enseño porque estaban en el iPhone que me robaron la semana pasada y no, no soy de esos que hacen copias de seguridad). En realidad tampoco había nada llamativo. Antigua embajada de EEUU, Teherán Antigua embajada de EEUU, Teherán Antigua embajada de EEUU, Teherán Esta fue la visita con la que estuve obsesionada al llegar a Teherán. Tener frente a ti un trozo de historia de una revolución impresiona. Si os dejáis caer por ahí os recomiendo que, después de visitar la antigua Embajada de Estados Unidos, os acerquéis hasta el parque de los artistas, justo al lado. Iranian Artist Forum Allí, además de un museo de arte, hay unas cuantas cafeterías donde los iraníes van a pasar la tarde entre amigos. En el Iranian Artists Forum uno de los camareros habla español y estará encantado de sentarse un rato contigo y contarte un montón de cosas del país. Se puede fumar dentro.  Si queréis más información sobre el país os recomiendo que os leías alguno de estos cuatro libros sobre Irán. A mí me encantaron.

Periodista digital especializada en viajes

5 Comments

  1. Interesante. Desconozco la historia de Iran, aunque sí que vi Argo y a mi me gusto mucho. Lo de americanada es lo de siempre. La historia dependerá de quién la cuente. Muchas americanadas además vienen porque Estados unidos concede ayudas a las películas que hablan bien sobre su historia. Hay que tenerlo en cuenta.

  2. ¡Muchas gracias Diego! Irán es genial, así que os animo totalmente a que lo hagáis 😉 Sí, a ver si hacemos algún vermut pronto. ¡Un besazo, chicos! Gracias por pasaros por aquí.

    Carla, a mí en su momento también me gustó. Lo de las ayudas tenía media idea. Sino no se explica en muchas de las películas XD ¡Un abrazo!

  3. Yo me quedé sin verla por falta de tiempo, pero me hubiese encantado! Los murales de Teheran son fascinantes!

    No sabía que Argo se rodó en Istanbul. Pues muy mal Ben Affleck por haberte dejado sin poder visitar el Gran Bazar! >_<

    Y ahora me pregunto qué habría pasado si no hubiesen echado al primer ministro Mosaddeq… posiblemente la historia sería muy diferente!

  4. Seguro que muy diferente, Míriam. Él tenia una visión totalmente distinta. Ya, nosotros tampoco estuvimos mucho tiempo en teherán, pero era lo que más me apetecía ver, así que logré convencer a mis acompañantes jejeje Ya, de dos veces que he estado en Estambul aún no lo he logrado, así que habrá que volver. Cualquier excusa es buena jaja

    Gracias por comentar y por pasarte por mi blog!

    Un abrazo!

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