Delirium café, la cervecería de Bruselas

Delirium Café

Delirium Café
Delírium trémens: 1. m. Delirio caracterizado por una gran agitación y alucinaciones que sufren los alcohólicos crónicos.
Con esta descripción de la RAE, no nos extraña que tras una Delirium Trémens, servida en el mismo Delirium café (de esto último tiene más bien poco), uno salga cantando el Asturias patria querida del bar, aunque en versión belga. Y es que, si ya el país tiene fama de ser uno de los que cuentan con mayor diversidad de cervezas, no os queremos ni contar lo perdidos que nos encontramos sólo con abrir la enciclopedia carta de cervezas de este pub tan popular.

delirium, Bruselas

Su prestigio cervecero se lo debe a los chicos que decidieron incluirlo en el Guiness de los Récords. ¿Su mérito? Contar con más de 2.400 cervezas de todos los lugares del mundo y a su cerveza estrella el Delirium Trémens, esa cuyo elefante rosa parece de lo más inocente pero acaba matando, al menos la noche. En su carta también podemos encontrar: Delirium red, Delirium Noctumun y Delirium Christmas.

Petit Delirium

Su pub principal se encuentra justo en la zona de fiesta, en la calle Impasse de la Fidélité, justo enfrente de la Jeanneke Pis. Sin embargo, el Delirium café cuenta con otra cervecería mucho más pequeña al otro lado de la Grand Place. Esta última es más tranquila, ideal para empezar la noche. Además, dispone de más sitio para sentarse y nos permitirá hacer una cata mucho más “reposada”. Más que nada porque su gran local está hasta arriba de turistas (demasiado popular) y encontrar un hueco en la barra para pedir nos puede llevar perfectamente una hora, o más. Asimismo, en el grande la carta de cervezas no es tan extensa; normal, ya es bastante complicado ponerse de acuerdo a gritos con el camarero como para pedir recomendaciones.

Qué pedir es todo un dilema: cervezas belgas, de chocolate, de cactus, de 10 grados… A gusto del consumidor. Nosotros, dejándonos recomendar por Lega Traveler, no dudamos en probar la de cactus. Para tomar una está buenísima, lleva como lima limón y es muy refrescante; no obstante, la segunda pinta ya resulta excesivamente dulce. La Delirium Tremens es imprescindible. Tienen varios tipos, o eso me pareció (cuando uno llega a la mitad de la cata ya no sabe ni dónde está). Es tostada y su sabor es bastante fuerte. A mí personalmente me gustó aunque su versión negra me pareció impresionante. También probamos la cerveza de frambuesa (las hay de cereza, melocotón, etc.), buenísima, aunque no se parecía mucho a una cerveza, la verdad. Es bastante suave. Y, como no, continuamos con la ruta de bares.

Si tenéis pensado salir, alrededor de la Grand Place o no muy lejos de ésta hay un montón de cervecerías. Nosotros acabamos en una bastante pequeña pero con muchísimo encanto alejada un poco del núcleo central. Se trataba del Café Bizon, muy original en su decoración con alguna matrícula, una moto y otros artilugios viajeros. El interior está todo revestido de madera y cuenta con un segundo piso donde los belgas alargaban la mano para pedir desde allí a la barra. Muy original. Aquí nos pedimos otra ronda de cervezas. Con una carta menos extensa que el Delirium café pero más de lo que nos podríamos encontrar aquí, al final acabamos decantándonos por una típica del país, la Chimay, que también tiene múltiples variantes. Y, de ahí, a bailar al Mezzo, un bar que abre hasta tarde, muy hortera y hasta arriba de belgas.

Imágenes del Café Bizón


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Periodista digital especializada en viajes

3 Comments

  1. Yo sólo estuve en la principal, la grande, y sí, o vas temprano rollo a primera hora de la tarde o si no no hay quien quepa. Demasiado turística. Eso sí, las cervezas deliciosas. Nosotros probamos la de cereza y la delirium normal, la rubia. Deliciosas. Además, es bastante barato en comparación con el precio de una caña en España.

    Saludos

  2. No conocía este lugar en Bruselas pero si tengo la oportunidad de repetir seuguro que iré. Intentaré suerte en el local menos turístico que por mucha variedad de cervezas que tengan tampoco me apetece tener que catarlas de pie y a codazos con otros turistas. 🙂

    Un saludo,
    Sonia.

  3. Hola Sonia! Sí, te recomiendo que si queréis catar vayáis al pequeñito, ya que allí no hay mucha gente y hay sitio para sentarse, se está mucho más tranquilo. Eso sí, ¡tenéis que probarlo! Está muy bien 😉

    Gracias por tu comentario!

    Un abrazo!!

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