Deshaciendo las mochilas (que ya era hora) nos hemos encontrado con esta máscara de madera propia de la
decoración filipina en casas, bares, restaurantes, hostels, etc. Su origen proviene de los talladores indonesios que se asentaron en
Filipinas, aunque desde hace siglos los locales las han adquirido como suyas y forma ya parte de su artesanía y su cultura popular. Si bien los indonesios las creaban para sus fiestas y desfiles, en el norte de
Luzón su uso tenía más que ver con las supersticiones y las colgaban en las casas para ahuyentar a los espíritus malos. Actualmente, algunas regiones como
Negros las han incorporado también a sus festividades locales, aunque dándoles más color y formas más originales.
Nosotros nos hemos decantado por la máscara tradicional, las que hemos visto durante todo nuestro viaje y a la que tanto cariño le tienen los filipinos. Por ello, sorteamos el primer regalito que hemos traído desde filipinas. ¡Esperamos que os guste!
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