El castillo de Les Sitges y su fantasma Mercedes

CCastillos hay muchos, tantos como fantasmas. Aunque pocas veces uno tiene la oportunidad de recorrerlos sin chocar con la gran masa de turistas, parando como todos donde indica el audioguía y con salas que fueron reconstruidas para la ocasión, delimitadas por un cordel, y donde se exhibe el atrezo más pomposo y hortera que puedas imaginar. ¿Te suena? Eso si tienes suerte y éste no está completamente vacío, entonces la visita pasa de ser agobiante a un coñazo. Seguro que el fantasma escapó hace años de puro aburrimiento. De ahí al popular dicho del turista “visto uno, visto todos”.

Una afirmación que se rompe en numerosas ocasiones y que hoy lo haré yo con el castillo de Les Sitges. No sé qué me gustó más, si su historia, sus interiores o su guía, Jaume Moya, quien logró contagiarnos a todos su pasión por su tierra, trabajo y castillo. Y eso influye, donde estén los guías locales que se quite cualquier audio impersonal con el que al final acabas saltándote media explicación o perdiéndote con los números.

Castillo de Les Sitges, La Segarra

Llegamos hasta Les Sitges justo con la puesta de sol, por lo que la postal que obtuvimos de sus alrededores y desde lo más alto de la torre fue impresionante. Si bien era la primera vez que recorría un castillo sin turistas, también lo era el hacerlo al anochecer. Y esto tiene sus ventajas. La primera de ellas no hace falta explicarla: no vas caminando como una muñeca de Famosa; la segunda es que la oscuridad y el frío permiten ponernos en situación y vivir más intensamente la experiencia pues, a pesar de que éste cuenta con un generador en la parte inferior del castillo, en algunas estancias como la torre o el patio central no hay luz y es un tramo que hay que hacerlo a oscuras. Si desde éste miras hacia el cielo, obtenemos una segunda postal: una enorme manta de estrellas que parece caer sobre el patio del castillo.

La imagen era impresionante, un lugar donde más de uno pasaríamos la noche disfrutando de la escena. De ahí a que tuviese la inquietud (algunos tenemos inquietudes muy bobas, véase el caso) de saber si después de los últimos aristócratas que ocuparon el castillo alguien más pasó allí la noche o si permitían hacerlo a las visitas. Lástima que lo último no es posible, claro que con el frío que hacía en las distintas habitaciones quizá no es una gran idea. Menos aún después de saber que el castillo Les Sitges no está vacío, sino que en él habita la monja Mercedes. Y si los fantasmas ya dan respeto y mucho miedo de por sí, el de una monja se multiplica por mil.

mercedes

                                      Imagen sacada del Twitter de La monja Mercedes

Seguramente pocos sabréis de ella, ya que aún no ha llegado a la pantalla de Iker. Una lástima.  Se trata de la hermana de la antigua propietaria del castillo cuya cara podemos ponérsela tras varios retratos que están por toda la casa. El padre de ambas, aún en vida, dió a heredar varios inmuebles y terrenos a dos de sus hijas, dejando a la tercera, Mercedes, sin nada. Bueno, si sólo fuera sin nada… no sólo se fue con las manos vacías sino que acabó metida en un convento. Muy mal tuvo que haberlo hecho.

Cuando ésta enfermó de tuberculosis, su hermana la llevó hasta Les Sitges a pasar sus últimos días de vida. Poco tiempo después murió sobre la cama de una de las habitaciones más acogedoras de la casa (foto de la izquierda). El día de nuestra visita Mercedes no estaba, debió de salir a actualizar su Twitter (ella es muy de redes sociales).

Había más camas en el resto de dormitorios, así como sofás, armarios, retratos y hasta un peluche, que sólo faltaba que tuviera un sólo ojo o estuviera comido para salir de allí corriendo. Demás estancias como la bodega o el comedor parecían estar exactamente igual que cuando los propietarios dejaron el castillo. Al  igual que la mazmorra. Con la última familia, los Canals, se remodelaron algunas de sus ventanas, ya que al ser un lugar tan frío, colocar cristales en los recovecos impedía que pasara el aire. Aunque dependiendo de la época del año, la familia vivía en una parte u otra de la casa.

Castillo de Les Sitges, La Segarra

Sobre el castillo de Les Sitges

Los primeros documentos que se encontraron sobre el castillo de Les Sitges datan del siglo XI, cuando entonces era conocido como castrum des Ciges. Su situación estratégica, entre La Segarra, Urgell y la Noguera, provincia de Lleida y repleta de castillos (os dejo un post con la ruta de los castillos del Sió publicada por Quaderns de Bitácola) hizo que tuviera mucho poder en las luchas cristianas contra las invasiones musulmanas. Su torre, por el contrario, data del siglo XIII, cuenta con 20 metros de altura y aún conserva su puerta de acceso.

Castillo de Les Sitges, La Segarra

Actualmente, tal y como nos contó Jaume Moya, el castillo sirve como local de algunas fiestas de la gente del pueblo, como Halloween, o celebraciones de bodas. De ahí también a que se hayan incorporado muebles nuevos. Nosotros, gracias a Barcelona Travel Blogger tuvimos la suerte de hacer la visita solos, sin aglomeraciones, sin turistas y con un gran guía. Por lo que si queréis visitarlo os recomiendo que contactéis directamente con él en Camins de Sikarra.

Periodista digital especializada en viajes

4 Comments

  1. ¡Nos ha encantado tu relato! Imposible explicar mejor la experiencia y sensaciones de la visita al castillo de Les Sitges. Y qué decir de la monja Mercedes… seguro que estará dando saltos de alegría en el castillo. Ni saliendo en el Hola se haría más famosa 😉

    Les Sitges, una visita muy recomendable… ¡Gracias por la mención!

  2. Muchas gracias chicos, cuánto me alegro que os haya gustado. Mercedes, el fantasma 2.0 😀 ¡Me encanta! jajajaja Si, la visita es muy recomendable y más con Jaume, grandísimo guía.

    Un abrazo chicos.

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