Comienza la temporada de nieve, seguramente lo habréis notado tras la desaparición de algunos amigos que, durante los fines de semana, sólo viven para esquiar. O quizá por esa ola de frío polar que a los esquiadores les encanta y que a muchos de nosotros nos deja muertos. Y es que en eso consiste el invierno al sur de Asturias si subimos hasta los Picos de Europa: nieve, frio, cabañas, chimenea, etc. Un recuerdo que a los menos deportistas nos hace pensárnoslo dos veces aunque, al final, el madrugón haya merecido la pena ¡qué bien se duerme esa noche!.
Aunque en Asturias sólo hay dos estaciones de esquí dentro de nuestro territorio, podemos decir que San Isidro, justo al cruzar la frontera con León, es nuestro adoptado. Además de incorporarlo en nuestra propia lista de estaciones, su proximidad a nuestra región hace que sus pistas estén llenas de asturianos, como no, durante todos los fines de semana de temporada. De hecho, esta es una de las estaciones favoritas de los más avanzados, ya que es algo mayor y cuenta con más pistas que las propias de Valgrande Pajares o Fuentes de Invierno. No obstante, si estás leyendo esto posiblemente sea porque eres principiante (aunque espero que no lo seas tanto tiempo como yo, que ya van cinco años de debut), por lo que lo que te interesará es saber qué estación es aquella que mejor se adecua a los recién llegados.
Como en cuestión de cursos o monitores no tengo mucha idea, en mi caso siempre he ido por libre, personalmente, para empezar a hacer nuestros pinitos en la nieve me quedo con Fuentes de Invierno o con Pajares. La primera de ellas es quizá la más pequeña de todas en cuanto al número de pistas aunque, para alegría de aquellos que nos movemos con menos soltura, es la estación que más pistas verdes tiene y con bastante longitud.
En Pajares su pista de arriba de debutantes es algo más corta (cuando le coges el gusto ya estás otra vez donde el telesilla), aunque es empinada (puedes deslizarte fácilmente sin tener que remar por la nieve) y tiene el tamaño perfecto para poder perder allí la mañana entera intentándolo sin caer en el aburrimiento (lo de llevarte a alguien por delante, si eres primerizo, es inevitable). Lo mejor es que, como seguro que al final del día acabas cogiendo la soltura necesaria como para bajar tu solo por la azul, en ésta también encontrarás varios tramos verdes que, aunque el recorrido haya sido un infierno, te harán olvidar lo mal que lo pasaste en la bajada y llegarás al final con bastante dignidad.
Por el contrario, la pista de debutantes de San Isidro es como un trozo de explanada que les sobró entre la cafetería y las pistas. Este tramo está tan plano que no sólo no hay riesgo de caerse, sino que gastarás todas tus energías intentado avanzar por ella ¡agotador! Al final, la mañana se hace tan larga que te ves obligado a aventurarte al vacío por la primera pista azul que ves con las correspondientes consecuencias. Desde luego, una estación bastante desesperante para todos aquellos que llevamos años comenzando a esquiar.
Eso sí, en cuanto a cafeterías San Isidro gana por goleada, ya que su bar restaurante situado en la parte superior cuenta con una terraza estupendísima para tumbarte a tomar el sol en los días despejados. Es la única de todas las estaciones de esquí en Asturias que cuenta con semejante terraza y, si el día es bueno, se agradece, aunque sólo sea por recuperar la temperatura corporal. En el tema alojamientos, tanto en Pajares como en San Isidro hay varios apartamentos y hoteles a pie de pista que están muy bien. Eso sí, conviene reservarlos con antelación ya que, durante esta temporada, se llenan.
Imagen de portada de Pablo Gijón