Lucha senegalesa en Casamance, mucho más que cuerpos fibrados sudando delante de ti

lucha senegalesa

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Lucha senegalesa. Sí, por el titular entiendo que puede dar una pereza loca si tienes interés cero en este deporte. Tranquilos, también lo fue para nosotros en su momento. Por eso, en este post encontraréis algunos motivos por los que alguien como tú, tan pacifico y sin interés alguno por las luchas, no puede perderse este espectáculo africano cuyo ritual es toda una sorpresa, lo mejor que hemos visto en el país.

Para los senegaleses las luchas (laamb en wolof) son un evento sagrado. “El acontecimiento del año. Es como una religión”, nos explicó Joachim, el guía/traductor con el que decidimos cruzar la frontera desde Gambia a Casamance para evitar problemas con el idioma. En esta zona del sur de Senegal se habla francés, aunque sólo en las zonas más turísticas. En los pueblos que queríamos visitar se habla diola o wolof. Él habla diola, por lo que nos vino perfecto. Sus servicios, además, incluían a un luchador sentado entre nosotros en el coche, Oscar, su primo, a quien dejamos cerca de Ziguichor, la capital de Casamance, para que se cambiase antes de la lucha.

lucha senegalesa

La vestimenta suele ser algo así, tal y como nos encontramos al resto de luchadores en Diembering, un pequeño pueblo cercano a Cap Skirring donde el pasado año tuvieron lugar las luchas que fuimos a visitar. Un desfile de lo más colorido y sonado. Según nuestro guía, cada temporada de lucha se hace en un pueblo diferente de la región, a donde acuden luchadores y espectadores de otras aldeas vecinas para enfrentarse. Aunque las luchas actualmente están extendidas por todo el país, éstas son originarias de Casamance y aquí sólo se celebran una vez al año, justo después de la temporada de lluvias (finales de septiembre, principios de octubre). En el resto del país es posible que se vean más y algo más profesionales, ya que se hicieron bastante populares gracias a algunos luchadores de renombre.

En Diembering, en cambio, era todo muy de andar por casa (más auténticas): el ring era el campo y las gradas, campo también. Al comienzo del día, los luchadores y animadoras de la aldea son invitados a comer por el alcalde, por lo que festejan la “posible” victoria ya desde bien temprano. Cantan, bailan, se pintan, plumas, cascabeles y, cuando están listos (acordaos que en África el tiempo y las prisas no existen), entonces se reúnen en la plaza para comenzar el ritual. Que viene a ser esto:

Y cuanto más ruido mejor. Luego el baile se convierte en una especie de conga pero con muchos golpes al suelo para mostrar su «furia» (en realidad allí todos son colegas) hasta llegar al ring: un descampado situado en plena naturaleza. Una vez allí, la fiesta continúa hasta que aparecen los primeros contrincantes.

Advertencia: Este vídeo es todavía más cutre (se hace lo que se puede)

Desde que llegas con el primer grupo local al terreno, hasta que empieza la lucha pueden pasar, perfectamente, dos horas (no, quizá más), que entonces es cuando se comienza a oír a lo lejos la charanga de sus oponentes. Según van llegando, éstos se colocan en el círculo de forma civilizada y siempre siguiendo un orden. Y así, mientras esperan al resto de aldeas, los senegaleses celebran su “baccou” que consiste en intimidar a su oponente a través de canciones propias de cada lugar. Generalmente esto lo hacen las mujeres (el palo sigue golpeando el suelo), mientras que ellos se acercan, muestran su cuerpazo y se miran mal unos a otros.

lucha senegalesa

Aunque parezca sonrisa forzada, yo me lo pasé muy bien.

luchas senegalesas

Una vez ya estén todos (y que al alcalde le haya dado tiempo a hacer la siesta), entonces los luchadores más pequeños, los hay desde los seis o siete años, se acercan a los diferentes grupos para elegir a sus oponentes. El proceso de selección es siempre el mismo: grupo de maromos que se acercan y empiezan a señalar, si el oponente cree que está a su altura entonces hay lucha entre ambos; sino continúan seleccionando. Y sí, hay algún rezagado que no dudó en sacar sus mejores galas para, al final, acabar camuflado entre el público y no luchar.

luchas senegalesas

lucha Senegal

De la lucha te enterarás de poco, pues siguiendo el african style, allí salen todos a la vez. Los ganadores serán aquellos que logren tumbar a su rival: espalda, cabeza o las nalgas en el suelo. ¿El premio? Una gallina como la de nuestro amigo Oscar con la que compartimos el viaje de vuelta.

lucha senegalesa

Como veis, la lucha senegalesa es mucho más que el forcejeo entre los luchadores; es una fiesta donde no puede faltar color, moda, música, alegría y, sí, mucho abdominal también. Un evento más que recomendable si quieres vivir uno de los días más importantes de la cultura de Casamance.

Periodista digital especializada en viajes

3 Comments

  1. Hola Laura,

    Voy este verano a hacer ruta por Senegal y me gustaría ver alguna lucha El caso es que vamos en agosto. ¿Crees que habría luchas? De ser así, como os enterasteis vosotros del pueblo al que tenias que ir?

  2. Hola Teresa,

    Se que en Senegal hay más luchas además de las de Casamance, por si tienes pensado viajar a más sitios. Nosotros nos enteramos por Joachim, un gambiano que nos hizo de guía (súper majo y muy recomendable si no entiendes el idioma) y nos explicó que las de esta parte del país suelen ser en septiembre/octubre (final de la época de lluvias). No estoy muy segura de donde puedes informarte, lo mejor es escribir a Turismo de Senegal 😉

    Un abrazo!

  3. Hola Laurita! No he tenido la oportunidad de visitar a Senegal, aunque lo tengo en mente. Desde luego me encantaria poder disfrutar de este espectáculo. Brutal!

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