San Isidro en la alfombra azul

El pasado fin de semana tuvo lugar en Madrid la celebración de la fiesta más castiza del año: San Isidro. Sin embargo, este año, la más pura y respetada tradición se ha visto mezclada con el glamour de la modernidad propia del siglo XXI. Y es que, además de las tradiciones típicas de esta fecha, hemos podido ver la Gran Vía madrileña engalanada con una gran alfombra azul con motivo del centenario de la principal arteria de la capital.

La festividad de San Isidro Labrador, patrón de aquellos que se dedican a tareas de labriego, tiene lugar el 15 de mayo y es la cita más importante de Madrid. Es una fecha en la que los madrileños, anfitriones por excelencia, sacan sus raíces y se convierten en protagonistas de su propia casa. No obstante, hacen gala de su hospitalidad y permiten que cualquiera que viva allí se sienta tan chulapo como ellos en un día tan especial.

Madrid, Madrid, Madrid…

Como cada año, los madrileños más castizos se han vestido con sus trajes de chulapos y chulapas, han bailado el chotis en una baldosa, han comido las típicas rosquillas, las listas y las tontas, y han acudido a la Ermita y a la comida campestre en la Pradera de San Isidro. Y, cómo no, han entonado el “Madrid, Madrid, Madrid, en México se piensa mucho en ti…”

La capital de España celebraba su fiesta patronal, pero también rendía homenaje a los cien años de su principal avenida. Es por esto, que en esta ocasión San Isidro se ha alargado tres días en los que la ciudad ha disfrutado de espectáculos de todo tipo, desde pirotecnia, hasta conciertos, pasando por la degustación de una gran tarta.

Centenario de la Gran Vía madrileña

Durante la tarde y noche del viernes, la Gran Vía madrileña se sumó a la fiesta de su centenario y se convirtió en una gran avenida peatonal vestida de gala con una inmensa alfombra azul de más de un kilómetro de longitud. Miles de pies pisaron la alfombra para no perderse la gran oferta de actividades que proponía el Ayuntamiento de la ciudad: actuaciones de zarzuela, copla, tango y revista, se mezclaron con la Banda Sinfónica Municipal, y con fragmentos de los más modernos musicales. Además, en la fachada del edificio Telefónica, se proyectó un documental sobre la historia de la avenida ya centenaria y del propio edificio.

Una vez más, Madrid demostró que es una ciudad que sabe aunar a la perfección la cultura, la modernidad, y la tradición. San Isidro 2010 ha terminado, pero aún queda mucho por celebrar en el centenario de la Gran Vía.

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