Visita a la Estatua de la Libertad, Nueva York

Estatua de la Libertad

Estatua de la Libertad

Es la imagen de Nueva York, y prácticamente de todo el país, una estatua de 46 metros de altura (96 desde el suelo hasta la antorcha)  que todos los turistas que han viajado hasta allí tienen inmortalizada en sus fotos. Por ello, si viajamos a Nueva York es prácticamente imposible pasar esta excursión por alto. Nosotros lo intentamos, vamos a admitirlo. Al menos intentamos escabullirnos de pagar los 13 dólares de la entrada que incluye el ferry de ida y vuelta y parada en el museo de inmigración. No es mucho, pero a sabiendas de todas las cosas que aún nos quedaban por pagar preferimos optar en primer lugar por el plan B de aquellos que prefieren la imagen de la estatua sin aglomeraciones y de forma gratuita. Como al final hemos acabado sucumbiendo a ambas opciones, a continuación os expongo las ventajas de una y otra.

La Estatua de la Libertad se encuentra en la isla que lleva su mismo nombre: Liberty Island; está justo enfrente de Battery Park, el parque donde seguramente acabaréis toda la mañana en una larga cola que lo cruza casi entero sólo para comprar las entradas; luego la historia se repite para montar al ferry. Allí mismo también se encuentra la estación de barcos con destino a Staten Island, por lo que si os decantáis por la opción gratuita, y menos completa del recorrido, debéis de dirigiros a este parque igualmente.

Ferry a Staten Island

Staten Island

El ferry a Staten Island es conocido de haberlo visto en muchas películas o series de televisión como Sexo en Nueva York, lo primero que pensé nada más cogerlo ¡cuántas veces habré visto ese capítulo! Como he dicho anteriormente, éste es gratuito. Solamente hará falta entrar dentro de la estación y esperar a que llegue el ferry. Lo mejor es que te coloques a la derecha del barco, ya sea bien dentro o en la cubierta. Será desde este lado donde podrás ver a la Estatua de la Libertad cuando pasé a su lado. Vale, hay que admitir que no pasa precisamente muy cerca de ésta, por lo que para sacar las fotos es mejor llevarte un buen zoom.

Estatua de la Libertad, Nueva York

Vistas de la Liberty Island desde el ferry

Manhattan, Nueva York

Lo malo de esta opción es que no para en la isla, las fotos posiblemente no sean muy buenas si no eres un profesional (como ha sido mi caso) y cuando llegas a Staten Island en realidad no pintas nada allí. La estación de destino es un muelle lleno de cajas y de más ferries y, la verdad, no tengo ni idea de las ofertas de ocio que podría haber allí (se admiten sugerencias), pero tenía pinta de estar un poco muerto. ¿Plan? Esperar a que el ferry vuelva a zarpar rumbo a Manhattan otra vez (está saliendo cada poco, por lo que el tiempo de espera será de unos 15 minutos como máximo).

Ferry a Liberty Island

Statue Cruises, Nueva York

Esta es la opción más completa y la favorita de los turistas. Una excursión organizada en la que el billete del ferry incluye parada en la isla de la Estatua de la Libertad y en Ellis Island, donde está el Museo de la Inmigración. El precio no es que sea muy elevado, cuando nosotros estuvimos (junio de 2011) era de unos 13 dólares, tal y como podéis ver en la imagen inferior. El único inconveniente fueron las colas, ya que el parque se llena hasta la bandera de turistas. La recomendable es que, si sois varios, os repartáis (unos en la cola de la venta de tickets y otros en la de subir al ferry). Lo mejor de la espera es que hay varios puestos de comida con pretzels y bollos variados. Nunca se sabe cuánto tiempo puedes estar allí a la solana, si es que vais en verano.

Tickets Estatua de la Libertad

Una vez el ferry te deja en la Liberty Island allí puedes estar el tiempo que quieras, no por haber una segunda parada estás sujeto a un ferry en concreto. Lo mejor son las vistas, pues se ve todo el sur de Manhattan y es increíble. Las fotos son muy chulas.

Manhattan, Nueva York

La estatua, en cambio, siempre parece algo más pequeña de lo que tenemos en mente, o eso piensa mucha gente. Como seguramente sabréis ésta fue un regalo de los franceses en 1886 por motivo de la declaración de la Independencia de Estados Unidos, de ahí a su nombre libertad. Fue obra del escultor Fréderic Auguste Bartholdi, aunque el responsable de su diseño fue Gustave Eiffel.

Estatua de la Libertad, Nueva York

Uno de los principales atractivos de esta estatua es su corona, donde se encuentra un mirador desde donde se ve todo el río Hudson y Manhattan. Cuando nosotros estuvimos éste estaba cerrado por reformas, aunque actualmente vuelve a estar abierta al público. El único inconveniente es que para poder acceder a ella hay que reservar con antelación y el precio de la entrada es algo más caro. En esta isla también hay otras estatuas en honor a escritores y artistas famosos.

Aunque el gran descubrimiento de la excursión, sin duda, fue Ellis Island y el Museo de la Inmigración. Éste es bastante grande, por lo que para verlo entero habrá que disponer de al menos un par de horas (igual estoy exagerando, no lo se, pierdo la noción del tiempo). Allí nos encontraremos historias de cómo llegaban los inmigrantes pobres europeos a la isla y del tipo de controles que tenían que pasar. Por supuesto, para la clase baja ya existían controles de acceso tan estrictos como los de ahora; los ricos, en cambio, llegaban en barco directamente. La razón por la que el museo está en esta isla es porque desde 1892 hasta 1924 era aquí donde antiguamente se ubicaba la aduana y los controles. A una gran mayoría se le denegaba el acceso, por lo que entre los inmigrantes esta isla también era conocida como Island of tear (la isla de las lágrimas). Una visita que merece muchísimo la pena, por lo menos personalmente a mi me encantó.

Museo de la inmigración, Nueva York

 Entrada al Museo de la Inmigración de Ellis Island

Museo de la inmigración, Nueva York

Museo de la Inmigración, Nueva York

Sueldos de los inmigrantes 

P.D ¡Atención fumadores! Como no podía ser de otra manera, está prohibido fumar en toda la excursión. Aunque las islas están aire libre, no podrás encenderte ni un cigarrillo durante las 3 o 4 horas que estés visitando la Liberty Island o la Ellis Island, ni qué decir del ferry.

Periodista digital especializada en viajes

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