Barcelona: la rosa de Sant Jordi

41º 23′ 13.61″/2º 10′ 6.34 »

El pasado viernes 23 de abril se celebró en Barcelona el día de Sant Jordi (o Diada de Cataluña), una especie de San Valentín a la catalana en el que los chicos regalan rosas y las chicas libros (gracias a Dios esto ha evolucionado un poco y hay muchas chicas que también reciben libros).

Durante todo el día, Barcelona rebosaba de puestos con rosas de todos los colores, mesas con libros y carpas con escritores rodeados de decenas de lectores ansiosos por una dedicatoria. Un día muy especial para todos los catalanes, pues sólo hacía falta ver la cantidad de banderas de Barcelona y Cataluña que colgaban de los balcones de las casas o que ondeaban en los autobuses urbanos.

Según la tradición, el hombre regala una rosa y la mujer un libro

Pero, ¿de dónde viene esta tradición? ¿Quién era Sant Jordi? Según la leyenda más popular de Cataluña, en Montblanc vivía un dragón que tenía atemorizada a toda la población. Para que éste no atacase a los habitantes, éstos solían darle al monstruo alguna persona escogida por sorteo. Un día la suerte cayó en la hija del rey, que fue entregada al dragón. En ese momento apareció un caballero (Sant Jordi) que luchó contra el monstruo y lo mató, salvando así a la princesa. La leyenda dice que de la sangre derramada nació un rosal de flores rojas y que el caballero cortó una rosa para dársela a la princesa.

Pero esta historia ha ido evolucionando con el tiempo hasta que este caballero acabó luchando en las filas del ejército en las diferentes batallas de Cataluña. Según la tradición cristiana, un soldado romano defendió el cristianismo con su vida y acabó nombrado santo: Sant Jordi, el patrón de Barcelona, que comparte el honor con la Virgen de Montserrat. También se dice que fue un 23 de abril cuando el santo fue decapitado.

¿Y el libro? Bueno, el mismo día 23 de abril ha sido declarado por la Unesco el Día del libro, por lo que seguramente sea para conmemorar la muerte de dos grandes plumas de la Historia de la Literatura como Miguel de Cervantes y William Shakespeare, que murieron por estas fechas. Además, uno de los escritores más relevantes de la literatura catalana, Josep Pla, también falleció un 23 de abril de 1981.

Y, con esta fiesta, la Plaza de Cataluña, las Ramblas, Puerta del Ángel o el Paseo de Gracia se convirtieron en hormigueros intransitables en donde hacerte un hueco entre tanta gente fue prácticamente imposible, pues es, aquí en el centro, donde los escritores de diversa índole se dedicaron a firmar los libros de sus lectores.

Meridiano 180 no ha querido perdérselo y, en cuánto se enteró de que Jordi Évole (más conocido como el Follonero de Buenafuente) iba a estar allí, se hizo paso entre la marea de gente para pedirle que nos firmase su libro de «Más vale pedir perdón que pedir permiso». El Follonero no sólo nos hizo pasar un buen rato sino que ha querido mandar un saludo a todos vosotros, futuros lectores de Meridiano 180º. Podéis verlo en la columna de la derecha 😀

Periodista digital especializada en viajes

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