A gritar a Dolores Hidalgo, México

Cantina El incendio, Dolores Hidalgo

Es la cuna de la Independencia de México y donde están los helados más ricos del país.

Cantina El incendio, Dolores Hidalgo

Luego dicen de los españoles, pero lo que les gusta gritar a los mexicanos. Un ¡Viva México! a viva voz entra bien a todas horas, lugares y circunstancias. Más aún si estamos en Dolores Hidalgo, una pequeña ciudad situada justo en el centro del país donde el patriotismo se lo han inyectado en vena. Su orgullo: haber conseguido la Independencia de México. Una ardua batalla que les costó once años y cuya victoria es el clímax de su memoria histórica. No es para menos.

Aquí el grito es prácticamente obligado. Y lo hacemos desde las escaleras de la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores donde, el 16 de septiembre de 1810, el obispo Miguel Hidalgo y Costilla lanzaron el Grito de Dolores, que significó el inicio de la Guerra por la Independencia de México para expulsar a los españoles y que duró hasta 1821. Hoy, nosotros les acompañamos con alegría, y un poco de vergüenza.

Dolores Hidalgo, cuna Independencia de México
Estela de la ruta de Hidalgo

La historia al completo nos la encontramos en la casa-museo de Hidalgo, donde aún se conservan muebles auténticos de la época y en cuyas paredes se han colgado textos e imágenes de los hechos. Es el punto más importante de la ciudad, donde los locales te meterán prácticamente sin que te des cuenta y del que saldrás odiando a tu país un poquito más. Cuántas veces tendremos que agachar la cabeza en nuestros viajes, ¡gracias antepasados!

La campana que repicó para armar filas aquella noche, hoy sigue sonando en cada aniversario. Sin embargo, a Dolores, a excepción del nombre (antes de la colonización se llamaba Cocomacán) y algunos edificios históricos como la parroquia u otras iglesias, apenas se le ha pegado nada de aquella época. En sus mercados Independencia e Hidalgo lo que encontramos es pura gastronomía mexicana. De la mejor del país. Este mercado, compuesto por cocinas con diferentes platillos (el más tradicional es el vitualla, un guiso bastante consistente), es una de las visitas imprescindibles. Aquí somos conscientes de que estamos en lo más profundo de México.

Dolores Hidalgo, México

Y lo hacemos sólo con echar un vistazo a la vestimenta de su gente o mirar los carros de la carretera: repleta de “vochos”, como llaman ellos a los clásicos beetles. También en el trato: gente alegre, amable y cariñosa; o en la cantidad de cantinas que hay por metro cuadrado en la calle. El mejor invento del país (me repito, sí).

Vochos de Dolores Hidalgo, México

Aunque a Dolores Hidalgo hay que sumarle algo más: las nieves, helados que no encontrarás en otras partes del mundo y que, por ello, querrás probarlos todos. Entre sus sabores más especiales se encuentran el de nopal, tequila, cerveza, mole, chicharrón, pétalos de rosa o, mi favorito, el de aguacate. El mejor de los puestos de nieves y mantecas lo encontramos en la plaza principal, llamada también como el jardín del Grande Hidalgo. Aquí también hay una estatua que le recuerda.

Helados Aguilar, Dolores Hidalgo, México
Helados Aguilar

Puestos de comida, Dolores Hidalgo, México

Como curiosidad, como México está lleno de artistas, de aquí era el cantante mexicano Jose Alfredo Jimenéz que, aunque así por el nombre no te suene de nada, fue el autor de “Con dinero y sin dinero hago siempre lo que quiero (…) pero sigo siendo el rey” que tantas veces has desafinado; y de “Si nos dejan nos vamos a querer toda la vida” que, aunque tampoco te gusta mucho y creías que era de Tamara o, aún peor, de Luis Miguel, en realidad no, era de este hombre. Nos quedamos con la primera.

Dolores Hidalgo, cuna Independencia de México

Perteneciente al estado de Guanajuato, Dolores Hidalgo, al igual que sus hermanas, citysex es una de las más coloridas del país. Todos sus edificios están pintados de diferentes colores. Sin duda, una visita prácticamente obligada donde empaparse de la historia de México.

Periodista digital especializada en viajes

2 Comments

  1. Hola Laura.
    Uff que emocionante volver a sentir de nuevo nuestro viaje por México, tal y como comentas fuimos conscientes de que nos encontrábamos en el México profundo o el auténtico, y la verdad es que fue una sensación agradable y dulce a la vez (seguramente las nieves ayudaron mucho).

    COincido contigo sobre las cantinas y… respecto a las canciones si, menos mal que no son de Tamara ni LM :).

    Un besazo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *