Rías Altas, así son las playas y la costa de Ferrol

Bienvenido a las Rías Altas. Al Caribe gallego. O Galifornia, como les gusta llamarlo a ellos. Y no había un término más acertado: playas espectaculares, es barato, se come bien y hace buen tiempo.

Vale, esto último no siempre. Estás en el norte y, tal y como a los norteños nos han enseñado desde pequeños, este es el precio que hay que pagar para obtener ese verde. Un motivo más que suficiente para que, cuando sale un rayo de sol, nos volvamos todos un poco locos con el “Hay que aprovechar el día”. Sí, es tremendamente cansado, lo que los sures hacen en todo un verano, nosotros tenemos la habilidad de comprimirlo en dos o tres días. Aquí todo se vive muy intensamente.

Pero, a pesar del clima, si estás leyendo esto es porque te gusta el verde. Te gusta el verde, las Rías Altas y Ferrol. Pues no te olvides de una chaquetuca en la maleta, ni de tu mejor repetorio de bañadores. Aquí no irás a una playa, sino a muchas, porque cada una de ellas es más sorprendente que la anterior. Lo mejor es que, con todo lo que incluye el término Galifornia, en las playas de Ferrol hay que sumarle un plus: no hay gente. Y así es como son unas vacaciones de verdad: sin tener que comerte el pie del vecino cuando te tumbes en la toalla; sin que nadie se meta en tu conversación y, sobre todo, con la posibilidad de dormir a plena solana sin que nadie te despierte con un “Cerveza, beer, amigo”. ¡Gracias!

Así son las playas más bonitas de Ferrol

Playa y ermita de Santa Comba

Es la más impresionante de todas las playas de Ferrol. En primer lugar, por la ermita de Santa Comba que le da nombre y que actualmente permanece aislada. Hasta 2010, en la playa había unas escaleras que subían desde la playa. Sin embargo, un fuerte vendaval se llevó este acceso por delante y, desde entonces, sólo una cuerda colocada por los pescadores permite subir al islote cuando hay marea baja. Debido a las dificultades, la ermita está cerrada.

En segundo lugar, por la playa que aparece y desaparece entre las rocas dependiendo de las mareas y que nos regala algunas de las imágenes más chulas del lugar. Aquí la prueba.

Aunque esta no sería la playa en sí. La de Santa Comba es esta otra.

Lo que más puede llamar la atención son los restos negros que cubren parte de su arena. Pues bien, aunque algunos norteños pensáramos en algas o en galipota en un primer momento, lo cierto es que se trata de magnetita, un mineral magnético del que pocos sabíamos de su existencia. Si acercas un imán, verás que se atraen.

Playa de Sartaña

Esta playa se caracteriza porque en lo alto se encuentran algunas de las casetas de los pescadores. Allí es donde guardan sus barcas, las que bajan hasta la arena con una polea. De hecho, en la arena se puede ver alguna de ellas, además de algún que otro remolcador para acercarlas hasta el agua. Esta pequeña cala, que también cuenta con aguas turquesas, es una de las más chulas de la costa.

Playa de San Xurxo

Con 2 kilómetros de largo, San Xurxo (San Jorge en castellano) es la playa más larga de Ferrol. Esto se debe a que en realidad pertenece a dos concejos: San Xurxo y Esmelle, ambas divididas por un arroyo, O Xuncal. También es una de las más anchas ya que, al ser plana, al bajar la marea se amplía enormemente la superficie del arenal.

Lo mejor de la playa es que está rodeada de dunas y está prácticamente virgen, aunque en sus inmediaciones cuenta con algún restaurante como Casa Claudina, donde reponer fuerzas con lo mejor de la gastronomía gallega: pulpo, empanada o bacalao, entre otras muchas cosas.

Playa de Ponzos

Esta enorme playa se caracteriza porque es nudista, aunque no toda, sino sólo su parte derecha. A la izquierda, en cambio, el acceso es más fácil y hay varios servicios. Lo mejor de la playa es que es enorme, por lo que es ideal para aquellos a quienes les gusta dar paseos por la orilla como señores. Tiene bastante oleaje, así que es un buen lugar para hacer surf.

Nosotros la hemos sobrevolado con Parapentelandia

Playa de Doniños

Es la playa más conocida de Ferrol, sobre todo para aquellos que practican surf o bodyboard, ya que suele tener fuerte oleaje. De hecho, eso fue precisamente lo que fuimos a hacer allí con la escuela de surf The Camp Doniños, cuyas instalaciones están muy cerca de la playa.

¡Gracias Sabela, de Viajando, imágenes y sensaciones por la foto! Debería de tomar un poco más el sol.

Lo más característico es que en su valle, detrás de las dunas, se encuentra el lago de Doniños que, como todo el que se precie como tal, tiene su propia leyenda. Es muy similar al de otros lagos, pues se dice que antiguamente en él había una ciudad que la Virgen sumergió en el agua por falta de hospitalidad. De aquella catástrofe sólo sobrevivió una familia, que fueron quienes le dieron cobijo. La historia seguramente os sonará.

Y en medio del recorrido de todas estas playas está él: El cabo Prior

Cabo Prior

Este promontorio rocoso tiene la particularidad de que, además de su faro que data de 1953, sus alrededores están repletos de búnkeres de defensa y de marcas donde supuestamente estaba la artillería que defendería la costa de Ferrolterra. Actualmente están todos abandonados, aunque algunos de ellos más cercanos al cabo pueden visitarse. Sus interiores están vacíos y algo derruidos pero, al estar hechos de hormigón resisten al paso del tiempo.

Los acantilados de la parte delantera del faro cuentan con pequeños caminos hasta llegar a la gran escultura de hormigón. Aunque esta actualmente está en desuso, en otro tiempo se utilizó como faro para las pequeñas embarcaciones costeras. No os aconsejo que subáis por sus escaleras, están todas oxidadas. Eso sí, las vistas desde la plataforma donde se erige esta estructura son impresionantes. Desde allí se ve toda la costa y, si os fijáis, a la derecha obtendréis otra perspectiva de la ermita de Santa Comba y de sus playas.

Bonus Track

Castillo de San Felipe en la ría de Ferrol

Vale, no te puedes bañar: es la ría, hay pescadores y pasan barcos. Pero sí lo puedes bucear, tal y como hicimos nosotros con Buceo Ferrol. ¿Que qué hay? Pues aunque aquí sí que hay algunas diferencias con el Caribe, pues el agua ni es cristalina ni está a 25 grados, ver a una vieira marcharse enfadada y muerta de pánico porque le está atacando una estrella de mar tiene lo suyo. Pero de eso ya os hablaré en otro post, centrémonos en el castillo.

San Felipe es una antigua fortaleza militar del siglo XVI levantada por orden del homónimo rey. Su función era meramente defensiva, para evitar que los buques del enemigo entrasen en la ría. Su éxito se debió, en parte, a que justo enfrente había otros dos castillos que le servían como apoyo: La Palma y San Martín. Durante la Guerra Civil sus fosos sirvieron como lugar de ejecuciones, mientras que años más tarde fue una prisión para soldados.

Agradecimientos a Marisa y a Ferrolterra por invitarme a conocer este trocito de Galicia que me quedaba por conocer. Después de haber estado cinco años viviendo en las Rías Baixas, y haber visitado prácticamente toda la costa atlántica gallega, no entiendo cómo llegue a perderme este paraíso de las Rías Altas.