Guy Delisle en el 31 Salón Internacional del Cómic de Barcelona

Guy Delisle

Guy Delisle

Como ya habréis visto en mi Twitter durante estos días (he sido muy cansina), la pasada semana tuvo lugar en Barcelona la 31º edición del Salón del Cómic. Una cita anual para los amantes de los clásicos superhéroes, los frikis del manga y de los viajeros enganchados a los cómics de viajes, entre otros, que esta edición hemos podido disfrutar de una pequeña exposición dedicada en exclusiva a los cuadernos de viajes de autores tan brillantes como Susanna Martín, Liniers, o el citado anteriormente, Guy Delisle.

Cuadernos de viaje

Los que seguís este blog ya sabíais de mi predilección por este último autor de quien he hablado en numerosos post sobre la genialidad de sus obras. Hoy quiero volver a recuperarlo, aunque sea una última vez, para hablaros sobre el taller que expuso el pasado sábado y cómo se puede pasar del amor al odio cuando conoces a uno de tus autores favoritos ¡decepción! Y, no, no intentaré ni fingir lo más mínimo, estamos en casa.

El taller comenzó bien. Sábado 11 de la mañana Guy Delisle llegaba puntual a la sala situada al final del pabellón. A pesar de ser uno de los dibujantes de viajes más populares, y destacados de la exposición de cuadernos de viajes, me sorprendió que el aforo no se hubiera llenado. También lo hizo el hecho de que el público fuera gente mayor, con una media de edad de entre los 40 y 50 años, siendo generosos. Eso sí, la gran mayoría llegaban con su cuaderno preparado, lápiz en mano y, en algunos casos, acuarelas. Al final, no se sabía muy bien quién era el artista y quiénes los espectadores, pues los dibujos sobre Guy Delisle («Yi Delil», toda la vida llamándolo mal) de aquellos señores/as eran una maravilla.

Guy Delisle

Y, en la primera media hora llegó la primera decepción.

“No habrá más cómics de viajes”

¡Zasca! Primera en la frente. Aunque Guy Delisle no es sólo un dibujante de cuadernos de viaje, bien es cierto que sus títulos sobre Shenzhen, Pyongyang, Crónicas Birmanas y Crónicas de Jerusalén son los que le han perfilado como uno de los mejores dibujantes de viajes. Una frase lapidaria que justificó con sus hijos y su familia, motivo por el que el autor rechazó una oferta de Sudáfrica para irse a vivir allí un año y realizar el cuaderno de viajes del país.

Guy Delisle

Decisión personal, vale, estaría de acuerdo si no fuera porque durante toda la charla se echaba en falta un poco de entusiasmo por los viajes y por su trabajo en general. Con la mirada prácticamente hacia abajo, sin dirigirse mucho al público, Guy Delisle iba pasando sus diapositivas como quien hojea una revista. Los pocos momentos que salvaron su situación estaban contados con los dedos de la mano:

  • Un vídeo sobre su forma de trabajar que, a pesar de no prometer mucho, resultó ser bastante interesante para los amantes del dibujo: “primero tomo anotaciones y sacó alguna imagen con la cámara (esto último lo hacía, sobre todo, en los primero títulos); una vez estoy en casa, por las mañanas rehago los bocetos y las conversaciones y, durante la tarde, los repaso cuidadosamente con la tinta”. Asimismo, explicó que antes de publicar un libro siempre repasa sus anotaciones del viaje para ver si es suficiente o no.
  • Sus bocetos y los primeros dibujos de prueba que había elaborado para sacar a sus personajes. Una lección de cómo comenzar el trabajo bien hecho. Porque sí, a pesar de su ranciura no podemos negar que es muy bueno.
  • Que Hollywood ha comprado los derechos de Pyongyang para hacer una película basada en su popular libro.
  • Y, como colofón, la respuesta a las repetitivas preguntas de la prensa -¿Qué le parece que le comparen con Joe Sacco?- como si no lo hubiera explicado ya mil veces. Supongo que, como sabía que volvería a salir, su genial respuesta vendría ya preparada “Sigo y he leído todas las obras de Joe Sacco, me gusta mucho. La diferencia entre ambos es que él es periodista y como tal va detrás de la información. Yo hago justo lo contrario, espero que las historias vengan hacia mí“.

Guy Delisle

Más diapositivas de Pyonyang, alguna promoción sobre su último trabajo Guía del mal padre acompañado de un “he utilizado a mis hijos para ganarme la vida” esperando la risa del público, que nunca llegó; y una ronda de preguntas tan irrelevantes que, de no ser por la mítica de Joe Sacco, no me acordaría ni de ellas. ¿Conclusión? ¡Guy, hijo, sonríe por favor!

Lo que no sospechaba es que su ranciedad no tiene límites. Por lo que, si la charla en sí ya había sido bastante decepcionante, imaginaros mi cara de retraso (todavía me dura) cuando al acercarme a él (la única en toda la sala) con uno de sus libros abierto y pedirle una firma me dice que NO (sin mirarme a la cara, claro, Guy Style) y se va…

Sin firma y sin más cuadernos de viajes sólo puedo decir: ¡Que te den Guy!

Periodista digital especializada en viajes

6 Comments

  1. Jaja! que rancio! igual era timido tambien… quien sabe.. hay gente mas rara por el mundo!

  2. ¡Qué fuerte! No puedo entender por qué alguien que vive de sus lectores le negaría a uno de ellos una firma -a ti, que eras la única además que se le acercó- y más en un contexto como el del Salón del Cómic, al que los lectores van para, entre muchas otras cosas, pedir firmas.

    A mí me encantan tus cómics, qué decepción de hombre. ¡Pero gracias por haber sido tan sincera!

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